A la segunda fue la vencida. Después de firmar las tablas con el Real Betis hace una semana, el Deportivo Alavés fue capaz de superar este domingo en Mendizorroza a Las Palmas, gracias a los goles de Carlos Vicente y Toni Martínez (2-0), para sumar su primer triunfo como local de la temporada. Siete son ya los puntos que atesoran en su casillero los albiazules, quienes se marchan al parón liguero sabiendo que están en el camino correcto

Para afrontar la visita de los canarios, Luis García Plaza introdujo un total de siete cambios respecto al once inicial del pasado miércoles, consciente del desgaste acumulado en Anoeta. Solo repitieron Sivera, Abqar, Guridi y Carlos Vicente; y Tenaglia, Sedlar, Manu Sánchez, Blanco, Conechny y Stoichkov fueron las novedades. El técnico babazorro tuvo que hacer, además, un descarte en la convocatoria y este fue el recién llegado Joan Jordán

Los compases iniciales no fueron aptos para aquellos aficionados que acudieron a Mendizorroza habiendo dormido poco la noche anterior. Los amarillos se hicieron dueño casi por completo del balón, siendo el Alavés un espectador más del partido, y combinaron con facilidad en la zona ancha. Tanto control, y tan lejos de la portería albiazul, auguraba una tarde soporífera, pero los gasteiztarras fueron capaces de evitarlo a tiempo.

Como bestia que aguarda tranquila, en busca del momento ideal, para abalanzarse sobre su presa, el Glorioso aprovechó su primera recuperación limpia de pelota para salir en velocidad y mostrar su cara más efectiva. Tras descarga de Kike, Stoichkov recibió en la banda izquierda y envió al área un centro que, apareciendo desde atrás, ejecutó Carlos Vicente a las mil maravillas (1-0). Gran momento de forma, sin duda, el del maño.

Ya por detrás en el marcador, Las Palmas se vio obligada a dar un paso al frente y eso provocó que la contienda tuviera el ritmo que tanto se había echado en falta antes del gol babazorro. Hubo ocasiones para ambas partes, pero el resultado se mantuvo al alcanzar el ecuador del encuentro. Todo gracias a Sivera, quien apareció en dos ocasiones para evitar el empate; y también al VAR, que anuló un tanto a Conechny por fuera de juego. 

Reanudado el partido después del paso por los vestuarios, el dominio fue para el Alavés. En los datos de posesión siguieron por delante los canarios, pero no con tanta diferencia como en la primera mitad, y eso permitió a los locales merodear de manera más constante la meta defendida por Cillessen. Un escenario que aprovechó Luis García para meter más pólvora al césped en busca de ampliar la ventaja de su escuadra. 

Y acertó el técnico madrileño. Toni Martínez (Kike García), el héroe del Reale Arena, volvió a levantar de sus asientos a la afición alavesista, esta vez en Mendizorroza y a través de un potente latigazo, desde fuera del área, que colocó en la mismísima escuadra (2-0). Junto al artillero murciano, por cierto, saltó Carlos Martín (Conechny) al verde y a ellos se sumaron más tarde Guevara (Stoichkov), Novoa (Guridi) y Romero (Vicente).

Antes de ese segundo gol, al Glorioso le tocó sufrir, pero supo cómo hacerlo, igual que en la recta final del choque. Muchos de los intentos de Las Palmas por acercarse en el electrónico fueron frustrados por la retaguardia gasteiztarra y, cuando esta última fue superada, siempre estuvo detrás Sivera, a un nivel espectacular, para sacar de quicio a los atacantes amarillos. Es inentendible que la selección no le haya llamado todavía.

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En imágenes: Ambientazo y cercanía entre aficionados del Alavés y de Las Palmas Josu Chavarri

Esta gran actuación, cuyo epílogo tuvo un penalti fallado por Romero, es buena muestra de que el Alavés va por el buen camino hacia su objetivo, que ya se verá cuál es finalmente. El grupo tiene las ideas muy claras, sabe cómo ejecutarlas y, además, está viendo cómo las individuales también aparecen para decidir los partidos. Lo mejor es que, como dice Luis García, todo hace pensar que van a ir a más durante el ejercicio.