Los inicios no marcan una temporada, pues LaLiga es una maratón y en el fútbol todo puede cambiar de la noche a la mañana; pero verse abajo a las primeras de cambio nunca es una buena noticia para aquellos clubes que, como el Alavés, tienen la permanencia como su principal objetivo.
Así, sin ir más lejos, lo comprobó el curso pasado el Almería, incapaz de mostrar su potencial por, entre otras cosas, el clima de tensión que vivió desde el comienzo. De ese miedo a fallar, tan habitual durante las malas dinámicas, quiere librarse el conjunto babazorro también esta campaña, al igual que lo hizo hace un año.
Aunque la reaparición en la élite, con la visita al Cádiz, no dejó buenas sensaciones, los dos triunfos posteriores, en la segunda y cuarta jornada, ante el Sevilla y el Valencia en Mendizorroza despejaron cualquier duda sobre la capacidad de la plantilla para competir en Primera.
En esta ocasión, el camino puede ser idéntico. Tras caer frente al Celta en Balaídos, donde la falta de puntería y la no expulsión de Iago Aspas fueron decisivas, el Alavés quiere aprovechar el reencuentro con su afición para, como hace un año, estrenar su casillero de puntos y quitarse un peso de encima.
Las sensaciones en suelo vigués no fueron malas, por lo que solo hay que seguir trabajando en la idea que tantos frutos ha dado hasta ahora.
Los estrenos, por cierto, no han sido de buen recuerdo para los albiazules en términos generales. Teniendo en cuenta ya la derrota contra los celestes, el Glorioso solo ha arrancado con victoria en cuatro de las 19 temporadas en las que ha competido en LaLiga, con un balance que completan cinco empates y nueve derrotas. La última vez que dio un pistoletazo de salida en verde, fue en la campaña 2019-20, contra el Levante y con Asier Garitano a la cabeza.
Más allá de la jornada inaugural, si se limita el comienzo a las cinco primeras, el de la temporada pasada no fue ni de los mejores ni de los peores.
El Deportivo Alavés, siendo un recién ascendido, sumó las dos victorias ya mencionadas y tres derrotas (Cádiz, Getafe y Rayo), que fueron todas como visitante y, en los dos últimos casos, sin llegar a merecerlas. Cómo olvidar los penaltis que les señalaron a Abdel Abqar en el Coliseum y a Álex Sola en Vallecas.
El mejor arranque babazorro en la élite sigue siendo obra de la plantilla dirigida por Abelardo Fernández. En el ejercicio 2018-19, pese a caer contra el Barcelona en el estreno liguero, el conjunto alavesista sumó nada menos que diez puntos de 15 posibles.
Algo posible gracias a sus triunfos ante el Espanyol, Valladolid y Rayo y el empate con el Betis. Tal racha permitió al Glorioso ser tercero al término de la quinta fecha del campeonato.
Detrás de ese despliegue con el entrenador gijonés, el segundo mejor comienzo lleva el nombre de Mané. Nueve fueron los puntos que consiguió el Alavés en la temporada 1999-00, con tres victorias –frente al Málaga, Valencia y Barça– y dos derrotas –Dépor y Oviedo–.
Al final de aquel curso, no hace falta recordar, los albiazules se clasificaron por primera vez en su historia para una competición europea: la extinta UEFA Cup.
Comienzos para olvidar
Resulta curioso, por el contrario, que los peores arranques han sido bastante recientes. Tanto en la campaña 2017-18 como en la 2021-22, el cuadro gasteiztarra fue incapaz de sumar puntos en las cinco jornadas iniciales.
Una desventaja que el citado Abelardo fue capaz de remontar en el primero de los casos, tras coger el testigo de Gianni De Biasi y Luis Zubeldía; pero que acabó en descenso en el segundo, empezado por Javi Calleja.
Esta temporada, después de visitar al Celta en Balaídos, el Alavés de Luis García se verá las caras con el Betis (C), Real Sociedad (F), Las Palmas (C) y Espanyol (F). Todo lo que sea, como se ha adelantado, superar los seis puntos será mejorar lo logrado hace un año; y, asimismo, ya el mero hecho de vencer en la jornada inaugural supondría romper con la tendencia habitual del club en la máxima categoría.