Segunda victoria estival para el Deportivo Alavés. Al igual que el primer choque de pretemporada, el conjunto vitoriano logró el triunfo tras una ronda de penaltis (6-5) que, en esta ocasión, registró 18 lanzamientos entre los dos equipos.
Después de finalizar el tiempo reglamentario con un empate a uno frente a la Real Sociedad, el acierto babazorro, con Owono protagonista bajo los palos en la pena máxima, se impuso a la falta de puntería de los donostiarras desde los once metros.
El Alavés presentó varias novedades en su alineación en el segundo test de pretemporada frente a la Real Sociedad. Pedro Rostoll, el segundo de un Luis García que no pudo dirigir al equipo en El Prao y se decantó por Sivera bajo los palos, apostó por una línea defensiva con Egoitz en el sector derecho, Eneko en el izquierdo y Tenaglia y Abqar como pareja de centrales. El central marroquí, que no disputó un solo minuto frente al Racing de Santander, sumó los primeros kilómetros de la pretemporada en Laguardia.
En la sala de máquinas repitieron Guevara y Guridi, pero este último estuvo más adelantado, en la mediapunta, ya que Antonio Blanco regresó al doble pivote. Finalmente, Carlos Vicente, Conechny y Kike García ocuparon la línea de ataque frente al conjunto donostiarra.
Al contrario que el primer encuentro estival, el ritmo en los primeros compases del derbi fue de altas revoluciones y con ida y vuelta por parte de ambos contendientes, aunque sin excesivos alardes. El 'Glorioso' abrió la lata a las 11 minutos gracias a la pizarra. Kike García, en una segunda jugada tras un saque de esquina, emergió como un cabeceador infalible y envió el esférico al fondo de la malla. Imparable para Marrero.
El Alavés, con la ventaja en el marcador, se mostró solidario en los esfuerzos defensivos, especialmente en la presión tras pérdida, y también se estiró con las internadas de Conechny y Vicente, insistentes en Laguardia. Guevara tuvo un disparo franco dentro del área para ampliar la renta, pero el envío del gasteiztarra se fue alto tras una buena acción individual de su compañero Guridi.
No obstante, la calidad de la Real Sociedad afloró con una ejecución imparable de Brais Méndez, que puso las tablas a la media hora con un golpeo inapelable desde lejos del área. Poco o nada ocurrió desde que el conjunto guipuzcoano instauró el empate hasta que se llegó al descanso en El Prao.
Pilas recargadas
Tras la reanudación del encuentro, el Alavés mantuvo sobre el verde a Tenaglia, Eneko, Blanco, Conechny, Guridi y Vicente, pero dio entrada a Owono, Jay Amador, Maras, Benavídez y Panichelli.
Eso sí, Tenaglia, después de recibir un duro golpe en el tobillo, tuvo que abandonar el encuentro a los tres minutos y el canterano Álvaro García fue quien reemplazó al argentino en el eje de la zaga.
El desarrollo del segundo tiempo poco tuvo que ver con el ritmo del primer asalto. El intercambio de golpes del primer tiempo mutó a una fase de tanteo entre los dos contendientes y apenas se contabilizaron ocasiones más allá de un tímido disparo de Panichelli desde la frontal y una chilena de Benavídez. El Alavés, con una línea defensiva inédita, no tuvo complicaciones para frenar un ataque rival liderado por Sadiq.
El encuentro reclamaba frescura y desparpajo en ataque. Así las cosas, tras superar la hora de juego, Abde, Luis Rioja y Doumbia dieron su relevo a Vicente, Conechny y Blanco, quienes sumaron más rodaje en el segundo compromiso estival. Apenas cinco minutos después, los canteranos Abdallahi Mahmoud y Parada sustituyeron a Eneko y Guridi.
En la recta final la Real Sociedad llevó la iniciativa y tuvo ocasiones para llevarse el triunfo, pero la solvencia de Jesús Owono bajo los palos evitó el tanto donostiarra. Así pues, el derbi acabaría decidiéndose desde los once metros. En la ronda de penaltis, que registró 18 lanzamientos en total, el Deportivo Alavés se llevó el XXII Trofeo Villa de Laguardia tras los aciertos de Panichelli, Abde, Rioja, Doumbia, Parada y Abdallahi.