La maratón del Deportivo Alavés por la permanencia prosigue en territorio nazarí. El conjunto vitoriano se mide este domingo (16.15 horas) a un Granada inmerso en una delicada situación y al que aspira a derrotar para alcanzar los 35 puntos en la clasificación. No será una tarea sencilla, eso sí, pues la escuadra dirigida por José Ramón Sandoval se aferra a esta jornada como una de sus últimas opciones para soñar en el milagro de la salvación.
En palabras de Luis García, el Glorioso aterriza en Los Cármenes con buenas sensaciones después de una de las mejores semanas de entrenamiento de esta temporada. Ahora bien, el Deportivo Alavés tiene entre ceja y ceja el objetivo de sumar tres puntos para dejar atrás su dinámica de dos derrotas consecutivas y, a la postre, mantener a raya por una jornada más a sus perseguidores de la zona roja.
En esta ocasión, el once albiazul tendrá varias novedades respecto a la última alineación del derbi frente a la Real Sociedad. Y es que Luis García anunció cambios para la jornada de hoy, pero sin cambiar del todo su columna vertebral. El técnico madrileño explicó durante su comparecencia de prensa que realizará entre dos y cuatro modificaciones.
Una apuesta que, en cierto modo, demandaba el grueso de una plantilla con síntomas de desgaste físico en los últimos envites. En este sentido, una de las incógnitas reside en la sala de máquinas, donde el centro del campo vitoriano se someterá a un profundo examen de desgaste físico ante los centrocampistas del Granada. Por ello, la hipotética apuesta de Benavídez como pivote podría aportar al Deportivo Alavés mayor presencia y músculo en las tareas más farragosas.
En la zona de ataque, lo cierto es que Samu Omorodion ha estado lejos de mostrar su colmillo en el último mes. Por ello, Kike García se postula como una alternativa de plenas garantías en una punta de lanza en la que tendrá que pujar por cada duelo aéreo y hacerse fuerte ante una zaga con ganas de recuperar su fortaleza.
Dinámica crítica
Los errores han pasado factura durante este ejercicio al Granada. El conjunto nazarí arrancó el curso con Paco López, desfiló después por el banquillo rojiblanco Alexander Medina y, desde hace un mes, José Ramón Sandoval tiene encomendada la difícil tarea de mantener al Granada en la máxima categoría.
Sin embargo, el balance de resultados y sensaciones no resulta especialmente esperanzador, pues el rival babazorro no gana desde el pasado 3 de enero. El equipo rojiblanco vive uno de sus peores momentos de la peor temporada de su historia, ya que ha perdido los cinco últimos partidos y en los tres más recientes ni siquiera ha sido capaz de marcar.
Desde entonces, los enfrentamientos de la escuadra nazarí se cuentan por derrotas o, como máximo, por empates. Una dinámica que ha llevado al Granada a ocupar la penúltima posición en la tabla a una distancia de 14 puntos respecto a la permanencia. Ahora bien, si en algo insistió Luis García durante la previa fue en igualar el despliegue físico de su rival y en mantener el orden en todas las líneas.
El técnico madrileño definió al Granada como un anfitrión muy físico, con un centro del campo de largo recorrido y una delantera con variedad de recursos. En concreto, Luis García puso el foco sobre Uzuni, insistente en los desmarques al espacio, y Lucas Boyé, un delantero fuerte en las disputas y habilidoso en el complicado juego de espaldas hacia portería.
Si bien los precedentes en Los Cármenes no alimentan el optimismo ya que el Alavés sólo ha ganado una vez en Granada a lo largo de su historia y los seis últimos partidos entre ambos en el feudo nazarí los ha ganado el equipo local, lo cierto es que en este curso el Glorioso se ha caracterizado por ser capaz de superar a los rivales que se encuentran por debajo en la clasificación. El equipo de Luis García ocupa la 13ª posición y solo ha perdido contra dos de los siete equipos que están por debajo suyo en la tabla.