Carlos Benavídez es de ese tipo de futbolistas que todos los clubes necesitan tener en sus plantillas. Juegue más o menos, el centrocampista uruguayo siempre da el máximo de sí, y no solo sobre el césped. Su carácter, algo alocado visto desde fuera pero entrañable cuando se profundiza, cumple un papel fundamental en el vestuario del Deportivo Alavés, donde hace todo lo posible por motivar y facilitar el día a día a sus compañeros.
¿Qué tal le está sentando al grupo este nuevo parón liguero?
Bien, bien. Nos ha ayudado a que todos estemos en forma y disponibles para el partido contra el Granada. No es fácil, eso es cierto, parar tanto con la temporada tan avanzada; pero, quedándome con lo positivo, hemos tenido más días para preparar el choque.
¿Confía en qué, superado este parón, vuelva a verse la mejor versión del Alavés?
Sin duda. Aunque los últimos resultados no nos han acompañado, creo que el equipo siempre ha competido. Si mantenemos esa línea y mejoramos un poco, estoy seguro de que vamos a lograr nuestros objetivos en esta recta final del campeonato.
En la línea de esto último, ¿qué cree que le faltó al equipo frente al Athletic y la Real Sociedad?
Acierto. Cuando tienes ocasiones y las fallas ante rivales así, luego ellos te lo hacen sentir y sufrir. Nos faltó estar más finos en ese aspecto, que es esencial en esta categoría.
Una pena no haber ganado ningún derbi esta temporada, era algo que motivaba al grupo.
Así es. Siempre es doloroso perder los derbis, y teníamos la ilusión de ganar alguno, pero no se dio y no queda otra que seguir trabajando para cumplir el objetivo de la permanencia. Esa es la alegría que se merecen.
¿Cuánta relevancia le da a la visita al Granada?
Todos sabemos que es una final, tanto para ellos como para nosotros. En nuestro caso, creo que puede ser un punto de inflexión, pese a que todavía queden bastantes jornadas. Nos daría mucha confianza ganar en Los Cármenes.
¿Qué Alavés le gustaría ver allí?
Un Alavés que proponga, busque al rival y quiera traerse los tres puntos como sea para Vitoria. Eso es lo que nos identifica y, si logramos mostrar esa versión, la victoria va a estar siempre más cerca de nuestro lado.
Desde el vestuario se ha mandado un mensaje de prudencia, pero ¿cómo ve usted la lucha por la permanencia?
Yo intento transmitir a mis compañeros que no hay que dar nada por hecho hasta que sea matemático. Debemos seguir apretando, sin relajarnos ni un poco, porque si no puede haber sorpresas. Cuanta más diferencia de puntos consigamos, más tranquilos terminaremos.
Aunque, como dice, todavía falta rematar, ¿qué valoración hace ahora mismo de la temporada?
Creo que nadie se esperaba una campaña tan buena, pero llegamos a Primera con una mentalidad muy agresiva, con una idea de juego marcada y sabiendo lo que queríamos en todo momento, y hemos hecho las cosas muy bien. Estoy muy orgulloso del trabajo realizado por todos los compañeros.
Le he preguntado por la labor colectiva, pero ¿cómo valora la personal?
Estoy contento por los minutos que me da el míster. Aunque, como es obvio, a todos nos gustaría jugar más, lamentablemente solo lo hacen once y no queda otra que apoyar. Lo importante es estar preparado para cuando toque y ayudar al grupo también desde el banquillo. Eso es fundamental para que el equipo siga al cien por cien.
"La manera de entender el fútbol que tiene Luis (García) nos ha marcado mucho; confío en que el Alavés no pierda la oportunidad de renovarle"
No le preocupa, entonces, el hecho de estar jugando menos que el curso pasado.
No, no. Luis (García) elige su once para cada circunstancia y mi tarea es dar el máximo día a día para que me tenga en cuenta.
¿Ha notado mucho salto entre Primera y Segunda División?
Se siente, sí. A la hora de definir los partidos, sobre todo, se ve que nadie te perdona. Hay mucha calidad. Ahora bien, la Segunda también tiene su dificultad. Te exige estar al máximo los 90 minutos y el descuento, al contrario que en Primera, donde hay momentos de tranquilidad.
Poco que objetar a su etapa como albiazul, ¿no? Venía de lesiones complicadas y, en dos campañas, un ascenso y, salvo sorpresa, una permanencia.
La verdad que sí. Después de tantas malas noticias, lo cierto es que estoy teniendo unos años de mucho disfrute tanto para mí como para mi familia.
Como centrocampista bregador, ¿quién es el rival que más le ha exigido o complicado las cosas?
Ya le conocía, pero me asombró aún más Isco Alarcón. Lo suyo es una locura: cómo gira, sus controles, su gran remate... Enfrentarme a él fue tremendo, si te soy sincero.
¿Tal exigencia le ha hecho concienciarse de nuevos aspectos a mejorar?
He aprendido que tengo que estar muy atento a las vigilancias, sobre todo con futbolistas que siempre intentan sorprender como el propio Isco. No les puedo dar dos metros, porque me liquidan. Luego, estoy trabajando con pelota, que también se nota al medirme con rivales así.
Dijo hace poco, además, que estaba enfocándose en el aspecto mental, ¿cómo es eso?
Sí, sí. Vi, cuando llegué al Alavés, que me amonestaban demasiado y he trabajado con Emilio (Ibañez) temas de relajación para estar más tranquilo y saltar con menos revoluciones al césped. No quiero perder mi esencia, pero sí tener más temple para no ir al límite y llegar tarde en muchas jugadas. En Europa no se permite tanto como en Sudamérica.
Luis García ha dicho que los suplentes están llamando a la puerta con su trabajo en el día a día, ¿comentarios así le motivan a seguir apretando?
Está claro. Mi deber, y lo que trato de transmitir, es trabajar siempre al cien por cien. Como he dicho antes, a todos nos gustaría jugar un poco más, pero incidir en el día a día es la única forma de que el equipo rinda tan bien como lo está haciendo.
Esa es una de las claves, ¿no? Que, con vuestro trabajo, los titulares no se sientan indiscutibles.
Así es. He estado en otras plantillas y no siempre he visto a los suplentes competir de esta manera, lo cual creo que debemos aprovechar.
Luis García termina contrato el 30 de junio, ¿le preocupa?
Genera cierta incertidumbre, es inevitable. De todas formas, al no ser algo que me toque decidir a mí, solo puedo decir que estamos muy a gusto con él. Lo que nos ha inculcado, tanto la identidad como su manera de entender este deporte, nos ha marcado mucho y confío en que el club no deje pasar la oportunidad de renovarle.
Lo que parece evidente, sea con o sin Luis García, es que se han establecido unas bases para crecer en los próximos años.
Sin duda. Somos un grupo bastante joven, sabemos del potencial que hay en el filial, y creo que se está trabajando muy bien en ese aspecto. Vamos por el buen camino para seguir creciendo.
"ME ENORGULLECE QUE MI HIJA VAYA A SER VITORIANA Y ALAVESISTA"
En lo personal, lleva ya un año y medio en Vitoria-Gasteiz. ¿Qué es lo que más le gusta de la ciudad y de su gente?
La combinación entre la tranquilidad que se respira en la ciudad y la pasión y respeto que nos demuestra la afición. Soy una persona muy familiar y me parece un gran lugar para vivir. Estamos muy contentos.
¿Ha notado un cambio cultural muy grande?
Sí, sí. Como te he dicho, la tranquilidad que hay aquí no se compra con nada, y es algo que debemos cuidar. Allí, en Sudamérica, es todo caos y locura.
¿Hay algún aspecto cotidiano que le haya sorprendido especialmente?
El tráfico, sin duda. Es lo que más nos llamó la atención a mi pareja y a mí cuando llegamos.
Ayudar a que el Alavés siga en Primera es ilusionante, pero mucho más debe serlo el hecho de que pronto vaya a ser padre.
(Ríe) Viene una etapa muy bonita, sí. Lo llevábamos buscando bastante tiempo y que sea aquí en Vitoria es una felicidad. Estoy ansioso de que llegue el día, aunque implique empezar a dormir menos.
Es difícil saber dónde estará en el futuro, si aquí o en otro lugar; sin embargo, pase lo que pase, su hija va a ser un vitoriana y alavesista más.
Y me enorgullece. El Alavés ha marcado una etapa muy importante en mi vida y la ciudad también será aún más especial a partir de ahora.
¿Le va a meter el fútbol por vena? Las Gloriosas esperan ya su incorporación..
Quiero que ella elija su camino; pero, por lo que parece, va a tener que acompañarme en esto del fútbol y creo que le terminará gustando.