Han pasado casi 17 años desde que Dmitry Piterman fue expulsado del Deportivo Alavés, pero aún nadie en Vitoria-Gasteiz ha olvidado el dramático escenario que dejó a su paso.

Aunque el club vive ahora un muy buen momento, el dirigente ucraniano lo llevó a una situación límite, convirtiendo la desaparición en un peligro real, y hacer justicia –o al menos intentarlo por todas las vías posibles– es el camino para estar en paz con aquella época.

Eso es lo que, precisamente, busca la actual propiedad del Glorioso con el juicio que arranca este lunes (9.30 horas) en la Audiencia Provincial de Álava. En el mismo, la Fiscalía va a pedir siete años y medio de prisión para Piterman, que la acusación particular de la entidad babazorra pretende elevar a nueve y medio, por la presunta apropiación indebida que realizó durante su mandato, entre los años 2004 y 2007, cuando abandonó la capital vasca para no volver.

Si, como se espera, Piterman no se presenta en la vista que arranca a las 9.30 horas de la mañana, se tendrá que tomar la decisión de aplazar la vista o declarar al ucraniano en rebeldía

Esto último, como se esperaba, tampoco lo hará este lunes para tomar parte del proceso judicial. Piterman reside desde hace años en Estados Unidos y nada hace pensar que vaya a plantarse algún día en Vitoria a dar la cara.

La defensa, eso sí, presentó hace pocos días una petición de aplazamiento, la cual fue desestimada por el tribunal, y podrá volver a exponer alegaciones al inicio de la vista. “Asuntos médicos” fue, por cierto, el argumento para ello.

El alavesismo mostró su indignación en aquella época por las tropelías de Piterman MARCOS RUIZ

Quien, por el contrario, sí acudirá al juicio es el Alavés. Además de la presencia, como es lógico, de los integrantes del departamento jurídico del club, se espera también la asistencia de varios cargos relevantes de la propiedad actual, que sigue invirtiendo recursos en este proceso “con el firme compromiso de resarcir los perjuicios causados por la gestión” del ucraniano. Esto último, a sabiendas de que es improbable que pague por lo que hizo.

Junto a Piterman, cabe recordar, hay otros dos acusados: Jose Nereo, quien fue su mano derecha aquellos años, y Milanendra Vikramsingh, su esposa por entonces. Ella, eso sí, no está incluida en el mismo proceso que los dos primeros, pues, aun habiendo sido localizada recientemente –se encuentra en California–, se desconoce si la legislación vigente permite procesarla o si puede alegar la prescripción de los hechos que se le culpan.

De todas formas, si todo transcurre como se espera y el exmandatario albiazul no se presenta en Vitoria, los magistrados deberán decidir entre aplazar la vista o, por el contrario, declarar al ucraniano en rebeldía. Algo en lo que también tendrá mucho que ver Nereo, contra quien, si lo ven oportuno, podrán seguir adelante con el proceso por el delito continuado de apropiación indebida y falsedad contable. El cántabro sí estará en la sala.

Nuevo intento

No es la primera vez, por otro lado, que se imputa a Dmitry Piterman por su desfalco al Alavés. Ya fue condenado por la propia Audiencia Provincial de Álava a indemnizar con 6,8 millones de euros, pero dicha compensación fue anulada en 2015 por el Tribunal Supremo debido a que se estableció por responsabilidad por déficit, cuando “legalmente” no procedía. Sí se le mantuvo la inhabilitación, de 15 años, para administrar bienes ajenos.

En este nuevo intento, según el escrito de la Fiscalía, Piterman y Nereo vuelven a ser juzgados por apropiarse fondos del Glorioso, al que, “actuando en su propio beneficio”, causaron un perjuicio de 3.161.968 euros.

Piterman, junto a Nereo y Chuchi Cos DNA

Algo que lograron, principalmente, al imprimir facturas desde empresas vinculadas a ellos mismos, pero sin contratos que las justificasen. El club, cabe recordar, llegó a generar una deuda de 25 M€ durante su gestión (2004-07).

Asimismo, los acusados se alojaron durante sus tres años al frente del Alavés en un hotel de cinco estrellas de Vitoria, en el que hospedaron también a personal vinculado a ambos, abonando el importe de los gastos con fondos del club.

Y eso sin olvidar los abonos a una agencia por viajes y estancias “personales”, entre los que se incluyen multitud y variados vuelos en clase bussines (Londrés, París, San Francisco, Barcelona, Madrid, Palma, etc.).