El bloqueo mental del Deportivo Alavés en los derbis es digno de estudio. Como si el buen trabajo realizado durante el curso fuera cosa de otro equipo, los babazorros mostraron a la Real Sociedad una cara irreconocible, siendo inofensivos en ataque y muy débiles en defensa, y terminaron cayendo por 0-1 como consecuencia de un gol de Jon Pacheco. El resultado, eso sí, pudo haber sido mucho más doloroso. 

Para afrontar el último derbi de la temporada, Luis García Plaza prefirió no dar sorpresas y salió con los mismos once pupilos que lo habían hecho semanas atrás frente al Athletic en San Mamés. La única incógnita antes del pitido inicial, que se despejó nada más comenzar el choque, era si Carlos Vicente y Luis Rioja actuarían en su banda natural o en la contraria, como ocurrió en el feudo vizcaíno. La primera opción fue la elegida. 

El Alavés saltó al césped de Mendizorroza con personalidad, dispuesto a quitarle el balón a la Real, que siempre está más cómoda cuando lo tiene en su poder, y salir combinando desde atrás. Sin embargo, los errores en defensa opacaron demasiado pronto cualquier intención ofensiva de los babazorros, obligados a ceder protagonismo. Pocas veces se había visto al equipo tan inseguro esta campaña, sobre todo jugando en casa.

Martín Zubimendi, a los tres minutos, pudo adelantar a los txuri-urdines en un córner; poco después, Andoni Gorosabel apareció para evitar el remate de Mikel Oyarzabal en un mano a mano con Antonio Sivera, quien dio un susto al resbalarse en dos ocasiones en la jugada posterior; y, por si lo anterior no había sido suficiente, Ander Barrenetxea estuvo cerca de abrir la lata por medio de un disparo cruzado que se marchó desviado.

Llegados a ese punto, sobre el primer cuarto de hora, lo mejor para los intereses del conjunto gasteiztarra era el resultado, que seguía mostrando el 0-0 inicial. Ahora bien, el panorama no mejoró demasiado en los minutos posteriores, pues las constantes llegadas de la Real atenazaron por completo a los albiazules. Al verse inferiores, prefirieron arriesgar lo mínimo y regalar balones, en vez de salir jugando como al principio. 

Con un Alavés temeroso en ataque, no hubo impedimento para que los pupilos de Imanol Alguacil siguieran avasallando la meta de Sivera y, en uno de los varios pases en profundidad que recibió sin apenas oposición, Oyarzabal logró enviar el balón al fondo de la red local. Por fortuna, el tanto del capitán txuri-urdin no subió al marcador por un claro fuera de juego que señaló inicialmente el linier y corroboró la sala VOR

Un zurdazo al palo de Rioja, poco después de la fugaz granizada que apareció sobre Mendizorroza, fue lo único reseñable del Glorioso a lo largo de la primera mitad. Y nada cambió al comienzo de la segunda. Como si el partido no se hubiera parado, la Real siguió llevando la manija y, gracias a ello, volvió a estar muy cerca de tomar ventaja. Fue Sivera, con una gran intervención, el que impidió el gol de Pacheco en un saque de esquina.

Dicha acción, incomprensiblemente, no sirvió de aviso para la zaga gasteiztarra y, en una jugada idéntica, el propio Pacheco marcó el 0-1 de cabeza, cuando se iba a llegar a la hora de juego. Para tratar de cambiar las tornas, Luis García dio entrada a Carlos Benavídez (Ander Guevara) y Joaquín Panichelli (Jon Guridi); Abde Rebbach (Rioja), Giuliano Simeone (Vicente) y Kike García (Samu Omorodion). En ese orden.

POLÉMICA EN EL GOL DE LA REAL

El Alavés no tuvo quejas hacia el arbitraje durante el derbi frente a la Real Sociedad, salvo en el gol. Los pupilos de Luis García Plaza protestaron al árbitro, Hernández Maeso, que Jon Pacheco golpea a Antonio Blanco antes de rematar y batir a Antonio Sivera. El VAR, sin embargo, validó la acción.

No obstante, la reacción esperada por el técnico babazorro no llegó. Aunque el Alavés sí adelantó sus filas y, en algún momento, merodeó la meta de Álex Remiro -mero espectador de la contienda-, lo cierto es que nunca llegó a transmitir sensación de peligro, salvo en un córner. Así las cosas, ya con el pitido final (0-1), los albiazules corroboraron que deben aprender a competir mejor en los derbis. El descenso, a siete puntos.