La salida de Nikola Maras en el pasado mercado de enero tuvo su lógica, aunque no derivase en la llegada de otro central. El futbolista serbio no contaba para Luis García Plaza, quien solo le había permitido participar en Copa, y esa falta de minutos le estaba impidiendo recuperar el ritmo competitivo perdido en los meses anteriores, cuando tuvo que pasar por quirófano debido a una rotura de menisco que le hizo perderse la recta final del curso. 

Por desgracia, el periplo de Maras en el Ciutat de València no está siendo ni mucho menos el esperado, y eso que aterrizó allí como reemplazo de Rubén Vezo, pieza clave en el esquema de Javi Calleja. 

Desde su llegada a Orriols, el Levante ha disputado cuatro jornadas (Espanyol, Leganés, Racing de Ferrol y Real Oviedo) y el defensor babazorro no ha jugado en ninguna de ellas, alimentando así la preocupación sobre el verdadero estado de su rodilla.

Primero Calleja, quien acabó destituido debido a los malos resultados, y ahora Felipe Miñambres han preferido formar su retaguardia con Adrián de la Fuente, Álex Muñoz y el capitán Sergio Postigo, apartando de la rotación al serbio. 

La duda es si, tras la dura derrota encajada en el Carlos Tartiere, el técnico de Astorga va a agitar el árbol en busca de una reacción de su equipo, que no gana desde principios de enero, o si va a dar confianza a los habituales.

Sea como fuere, parece evidente que el momento de Maras es ahora o nunca. El Levante jugará tres partidos entre los días 10 y 16 de marzo (Sporting, Andorra y Burgos) y, por ende, Miñambres va a verse obligado a rotar para mantener el ritmo de sus pupilos. Si el central serbio, incluso con tan pocos días de descanso entre encuentros, sigue sin entrar en la dinámica, será difícil verle en lo que resta de temporada, salvo que haya contratiempos.

Titular hasta la lesión

Nikola Maras, cabe recordar, llegó cedido al Alavés la temporada pasada –procedente del Almería– y acabó fichando en propiedad al término de la misma, como consecuencia de una opción de compra obligatoria por ascenso presente en su contrato.

Hasta su lesión en enero, fue titular junto a Aleksandar Sedlar y Abdel Abqar, en función de las bajas; y, pese a no destacar, sí que dejó sensaciones positivas sobre los terrenos de juego de Segunda.

En su presentación como granota, el serbio manifestó que estaba “listo y con ganas” para ofrecer su mejor versión. “Vi que era un reto, una oportunidad grande para mí, y estoy muy ilusionado. Cuando el míster me necesite, ahí estaré; mientras tanto, seguiré entrenando fuerte”, agregó. Los de Orriols, por cierto, podrán incorporarle definitivamente a final de curso; si no lo hacen, Maras regresará al Glorioso, que le suscribió en su día un contrato hasta 2027.