Cuando un club invierte tiempo, dinero y ganas en su cantera, los resultados siempre acaban llegando, aunque se hagan de rogar. Así lo está comprobando el Deportivo Alavés, quien, con el ascenso a Primera División del 2016, cambió por completo su modelo de formación y ha empezado recientemente a recoger los frutos de esa apuesta, tal y como demuestra, por ejemplo, la irrupción de Javi López. El lateral tinerfeño llegó a Vitoria-Gasteiz con 15 años, debutó a los 18 con el primer equipo y ahora, con 21, está en proceso de convertirse en una figura clave. Acumula cinco titularidades consecutivas.

¿Cómo está el equipo tras el varapalo ante Las Palmas?

Fue una derrota dura, sobre todo por cómo se dio. Aun con muchas ocasiones a nuestro favor, no pudimos encontrar el gol y eso nos castigó. No obstante, el vestuario está mentalizado en seguir en esta línea, haciendo buenos partidos para poder así ganar a cualquiera.

¿Caer mereciendo más hace que las derrotas sean menos amargas?

Al contrario, diría. Esa sensación de ser tan superior al rival y no poder vencerle es muy frustrante. Ahora bien, tampoco se puede hacer mucho contra eso, el fútbol es así. Ellos tuvieron una, la metieron y se llevaron los puntos de Mendizorroza.

¿Qué le está faltando al Alavés para sacar más rédito de esos encuentros en los que es superior? 

Acierto de cara a gol, principalmente. Ante rivales de tanta calidad, desaprovechar ocasiones claras te penaliza mucho, en especial si ellos no fallan las suyas. También te digo, creo que tener o no esa efectividad es cuestión de rachas. Lo más importante es centrarnos en nosotros mismos y seguir compitiendo como hasta ahora. La balanza se equilibrará tarde o temprano. 

¿Cómo afrontan la visita al Girona? Es la gran revelación del curso.

Aunque va a ser un partido difícil, pues, como dices, están en dulce y confían mucho en sí mismos, nos veo capacitados para dar la sorpresa. Vamos a tener nuestras oportunidades y, si las aprovechamos, seremos capaces de llevarnos los tres puntos.

¿Impresiona, en el vestuario, el rumbo de la escuadra de Míchel?

Se habla de ello y sorprende, claro. Todos pensábamos que su buen inicio era solo eso, sin embargo, han demostrado que nos equivocábamos. Siguen ahí, en lo más alto, y es de admirar cómo juegan y las ganas que tienen de competir contra los favoritos.

Javi López, en el túnel de Mendizorroza, durante su entrevista con DNA. Pilar Barco

Usted, en lo personal, ¿cómo se siente actualmente? Está disfrutando de mucho más protagonismo que en campañas anteriores.

Muy bien, la verdad. El míster me está dando oportunidades y creo que las estoy aprovechando, que de eso se trata. Mi día a día, eso sí, no ha cambiado en nada; siempre he entrenado al máximo, como hago ahora, para ayudar al equipo cuando me necesite. 

Ha irrumpido con fuerza en el once titular, ¿por qué ahora y no antes?

No lo sé muy bien, pero sí tengo claro que la confianza de Luis García me ha ayudado mucho. Otras temporadas, al contrario que en esta, estaba cinco partidos sin jugar y, de repente, me tocaba salir y demostrar, lo cual no era nada sencillo. La continuidad es clave para que los jóvenes demos un paso al frente. 

No se parecen en nada, imagino, el Javi López actual y el que debutó en Vigo hace tres años.

No, claro que no. Sigo siendo joven, como lo era por aquel entonces, pero ahora he pasado ya por un proceso de maduración que, en ese momento, aún no había ni empezado. Espero, al mismo tiempo, que el Javi de 23 años no sea como el de 21 y así progresivamente.

¿Piensa que su debut fue precipitado?

No me lo parece. Estaba en dinámica del primer equipo y, si el míster (Asier Garitano) pensó que estaba preparado para jugar, yo debía estarlo. Creo que fue la merecida recompensa a mi buena campaña con el filial.

¿Le agobió en algún momento que hubiera tantas esperanzas puestas en usted? Siempre ha sido el gran diamante en bruto de Ibaia.

Lo he intentado llevar con naturalidad. Me considero un chico tranquilo, que no se vuelve loco cuando las cosas van bien o mal, y siempre me he refugiado en el trabajo diario para superar esos altibajos.

Su caso es un buen ejemplo de que no hace falta salir cedido para desarrollarse. 

Es que siendo suplente también se aprende. No es fácil asumir ese rol, sobre todo si, como me pasó a mí, vienes de jugar todo en categorías inferiores, pero te hace madurar. Creo que todos los jóvenes deberían pasar por algo así.

Javi López, en Mendizorroza, durante su entrevista con DNA.

Javi López, en Mendizorroza, durante su entrevista con DNA. Pilar Barco

¿Qué ha supuesto para usted trabajar día tras día junto a Rubén Duarte?

Es nuestro capitán y un ejemplo a seguir. No solo he aprendido mucho de él en lo futbolístico, sino que, además, me ha empujado a crecer por el hecho de ser una competencia tan dura. Cuando el que tienes por delante juega todo, no queda otra que dejarse todo cada día. 

Aún es muy joven, ¿qué le falta por aprender?

Necesito seguir cogiendo experiencia, ni más ni menos. Es la continuidad la que me va a permitir seguir creciendo.

¿Qué siente cuando corre la banda de Mendizorroza y las gradas le ovacionan?

Orgullo. Venía de años complicados, en los que había jugado poco, y sentir los murmullos cuando recibo el balón y arrancó por la banda es muy bonito. Ahora bien, nada de esto se me debe subir a la cabeza; tengo que verlo como una motivación para seguir dejándome el cien por cien. 

Habla de momentos difíciles... ¿qué les recomienda a aquellos canteranos que estén pasando –o vayan a pasar– por lo mismo?

Que trabajen su mente al máximo. Cuando las cosas no van como a uno le gustaría, lo más importante es mantener la cabeza fría y seguir entrenando al máximo, pues solo así llegará la oportunidad. Debutar con el primer equipo es muy bonito, pero el verdadero objetivo, y lo más difícil, es mantenerse ahí.

Resulta curioso que, aun siendo de los más jóvenes de la plantilla, también es de los que más partidos suma como albiazul.

(Ríe) Sí, es cierto. Llevo ya bastantes años en dinámica del primer equipo y eso, el vivir distintas etapas, tanto buenas como malas, del club, me ha hecho madurar mucho. Son ya más de 70 partidos y toca ir a por más.

¿Le motiva la posibilidad de forjar una leyenda en el Alavés?

Para eso estoy aquí. El Glorioso apostó por mí desde muy pequeño y me siento muy feliz y agradecido por ello. Me encantaría dejar huella y ser una leyenda de este club.

Javi López, en las gradas de Mendizorroza, durante su entrevista con DNA. Pilar Barco

"El club ha dedicado mucho tiempo a Ibaia, y se nota"

¿Cómo nace el Javi López futbolista?

Nace porque me gustaba bastante el fútbol y, al ver a mis compañeros jugar en el recreo, le dije a mi padre que me apuntara al equipo del pueblo (La Orotava). Luego me llamó el Tenerife, ahí en cadete me vio el Alavés y, como quería un proyecto más ambicioso y comprobar si valía o no para esto, puse rumbo a Vitoria-Gasteiz.

¿En qué momento descubrió que podría dedicarse a esto?

Cuando empezaron a interesarse varios clubes por mí y firmé con el Tete. Eso, sumado a la llamada de la selección canaria, me hizo darme cuenta de que, si trabajaba mucho, podría llegar a ser profesional.

¿Fue duro dejar su casa para venir al Alavés?

Sí, mucho. Yo estaba acostumbrado a llegar a casa y estar con mi madre, además de compartir tiempo con mis amigos en las calles. La ilusión por cumplir mi sueño fue la que me ayudó a evadir la tristeza de no estar con mi familia.

¿Qué le ha dado Ibaia?

Mucho. Llegue siendo un niño y, aunque con mucho todavía que aprender, ahora me considero un hombre. Aquí me he forjado tanto en lo futbolístico como en lo personal. 

Usted ha vivido de primera mano la evolución de la cantera albiazul, ¿cómo la ha visto?

Cuando llegué, el Alavés era un club humilde en sentimiento, como lo es hoy, pero también en instalaciones y demás, al contrario que en la actualidad. Han dedicado mucho tiempo a Ibaia, con la idea de formar y sacar futbolistas, y se nota mucho. 

Buena muestra de la buena labor en Ibaia es que cada vez hay más convocados por las categorías inferiores de la selección.

Exacto. Me acuerdo que, cuando la sub-17 me llamó a mí, hubo una especie de boom dentro del club. Los integrantes de la cantera recibieron dicha convocatoria como una señal de que estaban haciendo bien las cosas y me transmitieron su entusiasmo. Luego han llegado muchos más a la selección y es un gran orgullo, además de una motivación para los que vienen por debajo.