Cuando Aleksandar Sedlar cayó lesionado de gravedad el mes pasado, el entrenador del Deportivo Alavés, Luis García Plaza, manifestó que, siempre que Abdel Abqar y Rafa Marín estuvieran disponibles, no habría demasiado problema para cubrir la ausencia del defensor serbio. Sin embargo, ese escenario idílico no era realista, y así se demostró el pasado sábado, cuando el central marroquí vio ante Las Palmas su quinta amarilla del curso.
Abqar deberá cumplir sanción la próxima jornada y, por ende, se perderá la exigente visita del Glorioso a Montilivi, donde espera el Girona, actual líder de Primera División. Algo que va a obligar al técnico albiazul a variar el núcleo de su retaguardia, la cual estaba rindiendo de manera notable, pese a la inexperiencia de sus protagonistas, como bien demuestra la media de un solo gol encajado por partido de Liga desde la lesión de Sedlar.
Entre las alternativas para ocupar el lugar del marroquí, el que más papeletas tiene de formar pareja con Marín en el feudo gironí es Rubén Duarte. Vista la positiva progresión de Javi López en el carril izquierdo, el futbolista almeriense puede reconvertir su posición sin perjudicar al lateral y, además, manteniendo su nivel habitual, tal y como ha demostrado en diferentes ocasiones. Ante el Barça, sin ir más lejos, ya fue titular en el puesto de central.
Otra opción, menos probable debido a la buena combinación que hacen Duarte y Marín –el primero es zurdo y el segundo diestro–, sería aprovechar la polivalencia de Nahuel Tenaglia. El argentino también puede actuar en el centro de la zaga, y así lo ha hecho como albiazul alguna que otra vez, pero su protagonismo esta temporada está muy lejos de ser el de la pasada. Solo ha sido titular en la Copa del Rey, por lo que su ritmo de competición es inferior.
Lo mismo sucede, aunque de manera más evidente, con Nikola Maras. Llama la atención que, pese a ser el único central natural disponible para ocupar la baja de Abqar, sea el que menos opciones tiene de hacerlo, pero esa es la idea que ha transmitido Luis García hasta el momento. El serbio aún no ha participado en Liga y sus apariciones se limitan al torneo del KO, donde, en realidad, tampoco ha podido demostrar demasiado.
La preocupación, de todas formas, no es tanto a corto plazo, sino a medio. En el mes de enero, ya con la segunda vuelta del campeonato iniciada –y salvo sorpresa mayúscula en la lista del seleccionador Walid Regragui–, el zaguero marroquí deberá poner rumbo a la Copa África, lo que le hará perderse varias semanas de competición. Pese a que todavía no ha debutado oficialmente, el canterano albiazul sí ha sido un fijo en las últimas convocatorias.
A esa problemática, hay que sumarle, además, la posibilidad de que, mientras Abqar esté fuera, alguno de sus compañeros se vea obligado a cumplir sanción o, simplemente, tenga algún contratiempo físico, el cual, por muy nimio que sea, puede ocasionar un agujero aún más serio en el centro de la retaguardia. Algo sobre lo que, eso sí, ya ha advertido Luis García en varias de sus comparecencias.
Obligados a acudir al mercado
Por todo lo anterior, y siempre y cuando se quieran evitar riesgos, es evidente que el Alavés va a necesitar acudir al mercado de invierno en busca de un central, y no de cualquier nivel. Quien aterrice en Mendizorroza debe ser capaz de rendir como titular, lo cual no es una tarea sencilla para un recién llegado, y mucho menos en esa posición tan exigente. Los veteranos, por lo general, son los que mejor suelen adaptarse a este tipo de urgencias.
También existe la posibilidad, claro está, de que Luis García suba al primer equipo a algún canterano, pero, al contrario de lo que ocurre en otras posiciones, los centrales del Miniglorias no están brillando tanto, al menos todavía, para merecer dar ese salto. Sí se tiene mucha fe en Xanet Olaiz, si bien, por edad, tiene por delante a Stephane Keller, Adrián Pérez, Sebastián Pino y Santiago Perea.
