Las eliminatorias por el ascenso a Primera son el escenario en el que la veteranía y el poso de los futbolistas resultan decisivos para marcar las diferencias en enfrentamientos de la máxima igualdad. El Alavés, que ha conformado su plantilla con jugadores experimentados en la categoría de plata con otros más inexpertos pero hambrientos por lograr éxitos, vivirá su prueba final en pos del ascenso ante una escuadra sobrada de madurez.

El Levante, capitaneado por Javi Calleja, es una de las plantillas con mayor veteranía y experiencia de Segunda. Una estadística que contrasta con la del conjunto babazorro, pues, mientras que los vitorianos son el quinto equipo más joven de Segunda, los granotas son los séptimos con mayor media de edad. Precisamente uno de los viejos rockeros de la escuadra de Orriols es Iborra, quien regresó al equipo de su vida al comienzo de esta temporada para ayudar en el objetivo de regresar a Primera.

Los galones de Iborra han quedado de sobra demostrados en los recientes duelos entre Alavés y Levante. El de Moncada es un futbolista clave para la sala de máquinas de Calleja. De hecho, en el último enfrentamiento ante el Glorioso exhibió su experiencia a la hora de dirigirse al cuerpo arbitral y saber en qué preciso momento elevar la exigencia física. De hecho, finalizó el primer asalto disputado en Mendizorroza sin ser amonestado en una muestra más del respeto arbitral del que suele gozar.

De Europa, a Segunda

El curtido pivote valenciano suma más de 200 partidos con la elástica granota y quiere lograr el ascenso a Primera para poner el broche de oro a un brillante periplo futbolístico. Tras sus cuatro últimas temporadas en el Villarreal, donde fue campeón de la Europa League, Iborra sintió la necesidad de dar un paso hacia atrás y convertirse en un pilar indiscutible del Levante en su deseo de volver a la máxima categoría.

Además de aportar solvencia y poderío físico en el centro del campo, Iborra ha brindado al Levante los famosos intangibles que hacen del conjunto granota todo un candidato al ascenso. Sus casi 20 años de carrera profesional le han otorgado una veteranía clave para marcar el tempo de los partidos y jugar ese otro fútbol para el que tan pocos están capacitados. No hay duda de que la presencia del tetracampeón de la Europa League será una dura piedra de toque para los centrocampistas babazorros.

Benavídez y Moya, los titulares del reciente enfrentamiento ante el Levante tras las bajas de Salva y Blanco, están llamados a liderar, de nuevo, la sala de máquinas. En el primer asalto disputado en Mendizorroza, esta misma dupla fue capaz de minimizar el poderío de Iborra y Pepelu, quienes han liderado la medular granota con absoluta firmeza esta campaña. De hecho, el charrúa volvió a ser uno de los mejores del plantel albiazul, pues, además de mantener el rigor defensivo, también se mostró preciso con el balón en sus pies. 

Otro aspecto que resulta de gran ayuda a la hora de afrontar eliminatorias por el ascenso es la experiencia en enfrentamientos de esta índole. Luis García, el artífice de que el Glorioso se haya caracterizado durante esta temporada por ser un equipo entregado al máximo, suma aquí en su currículum dos ascensos a la máxima categoría. Una veteranía que, sin llegar a ser decisiva, sí que permite afrontar con mayores garantías un partido a vida o muerte.