El periplo del Alavés en la agónica eliminatoria por el ascenso se ha alargado hasta el desenlace final. El último escalón para lograr el ansiado billete a Primera se encuentra en el Ciutat de Valencia, donde los 45 partidos disputados hasta la fecha por el Glorioso y el Levante se verán resumidos en un enfrentamiento a vida o muerte entre ambos. En esta fase del campeonato, el técnico babazorro se ha visto obligado a realizar una serie de cambios tras las adversas circunstancias en forma de lesión, compromisos internacionales o, simplemente, porque el equipo necesitaba introducir nuevos elementos para sorprender a sus rivales en el play off.

Las principales novedades en las últimas alineaciones del Alavés se han dado en la sala de máquinas y en la zona de tres cuartos. Abde y Sylla han sido los encargados de recoger el testigo y ocupar la banda izquierda y el centro de la delantera respectivamente. La titularidad de ambos, inevitablemente, ha provocado que otros futbolistas se hayan visto relegados al ostracismo del banquillo. 

Es el caso de Miguel, Rober y Jason. Los tres futbolistas han sido piezas clave durante varios tramos del curso, pero en la fase más decisiva apenas han podido hacer acto de presencia sobre el verde. De hecho, el único que ha sido titular en estas eliminatorias por el ascenso ha sido el atacante gallego, quien disputó 57 minutos en la ida ante el Eibar. Ni Rober ni Miguel han salido de inicio durante estas tres últimas semanas, pero el primero de ellos disputó 22 minutos en el reciente compromiso ante el Levante.

Abde, un perfil de extremo que corresponde más al del futbolista capaz de desequilibrar un partido a través de su desborde y el olfato goleador, se ha erigido como el recurso inesperado por parte del técnico albiazul para la recta final de la temporada. El extremo argelino ha disputado los momentos más decisivos del curso, como la última jornada en Gran Canaria, el triunfo ante el Málaga y los dos partidos más recientes del play off. De hecho, el canterano brilló en la vuelta ante el Eibar, donde marcó un gol y dio otra asistencia. Su continuidad en el esquema vitoriano ha provocado que, tanto Jason como Rober, no hayan trascendido tal y como lo habían deseado.

Otra de las sorpresas en el once babazorro ha sido la apuesta de Sylla. El atacante senegalés ha trabajado a destajo en la lucha entre centrales y, pese a no disputar un solo minuto de las últimas dos jornadas de la temporada regular, ha sido titular en los tres enfrentamientos del play off. La idea de Luis García en las últimas semanas ha sido clara. Desgastar a la zaga rival a través del sacrificio de Sylla para, después, introducir a Villalibre como hombre de refresco.

Rober, que también puede desplegar sus cualidades desde la mediapunta, se ha topado con la hegemonía de Guridi en su misma demarcación. El técnico babazorro, además de pedir precisión en el último pase, demanda al guipuzcoano un enorme despliegue físico en esa misma posición. Algo que, inevitablemente, ha llevado a Rober a únicamente participar desde el banquillo en la recta final del partido ante el Levante.

Reajuste en la medular

La última novedad del duelo ante el Levante se dio en el centro del campo. Las bajas de Salva Sevilla y Blanco abrieron las puertas de la titularidad a Benavídez y Moya, quienes formaron una pareja de garantías ante los granotas. Entre ellos se encargaron de minimizar el poderío físico de Iborra y Pepelu y, además, ofrecieron control de juego cuando así lo necesitó el Alavés. 

Pese a que, de manera lógica, todos los futbolistas ansíen participar en el duelo ante el Levante, tan solo unos pocos elegidos podrán disputar los últimos minutos del curso. Luis García, que ha rotado las piezas de su once en función de las circunstancias a las que se ha visto sometido, ha liderado una plantilla caracterizada por su espíritu competitivo. Un carácter que ha sido valedor para llegar a la final por el ascenso y que debe marcar las diferencias ante uno de los rivales más poderosos de la categoría.