El Deportivo Alavés reúne los ingredientes requeridos para consolidarse como un claro candidato al ascenso. Los de Luis García demuestran garra y carácter en cada compromiso liguero y todo ello se da, además, en una categoría en la que los contextos de los partidos son diametralmente opuestos jornada tras jornada. 

Anoche, el cuadro babazorro superó su visita al dentista de Ipurua mostrando una solidez defensiva envidiable. Un rigor en los metros finales que se ha evidenciado en las anteriores semanas y que, además, ha propiciado que el Alavés tan solo haya encajado dos goles en los últimos siete compromisos de liga. Y ese registro no se ha dado, precisamente, por arte de magia. La escuadra dirigida por Luis García ha dado un paso al frente en las tareas defensivas y los últimos resultados son un claro reflejo de esta mejoría. 

Ante el Eibar, además, el Glorioso se mantuvo inquebrantable en su planteamiento táctico, pues secó durante los noventa minutos la creatividad del cuadro armero. Es cierto que en la segunda mitad, durante alguna fase, el Alavés cedió la posesión del esférico al Eibar pero los babazorros esperaron agazapado para asestar varios zarpazos en el epílogo del duelo. Unos acercamientos que, pese a no tener premio, pudieron decantar la balanza en favor de un Alavés que se mantuvo firme en defensa.

Prueba de su solidez es que el cuadro vitoriano tan solo ha encajado dos goles en los últimos siete compromisos ligueros

Sedlar, un pulmón

Y es que anoche, si bien es cierto que los atacantes no tuvieron su mejor actuación de cara a la portería rival, todos los futbolistas dieron la talla a la hora de trabajar sobre el tapete. Los albiazules, esta vez enfundados de blanco, se pusieron el mono de trabajo en uno de los estadios más complejos de toda la categoría de plata. Sin ir más lejos, el Eibar no ha caído en ninguno de los partidos en Ipurua y la disciplina de ambos equipos provocó el empate sin goles.

Uno de los motivos por los que el Glorioso realizó un partido completo en Ipurua fue, en parte, por la entrada de Sedlar en el eje del terreno de juego. El polivalente futbolista serbio ocupó el pivote, una zona asignada al sancionado Benavídez, y cumplió con nota en una de las posiciones más determinantes en el enclave de Luis García. El rocoso futbolista serbio aportó físico y una notable lectura de juego en la sala de máquinas, donde le acompañaron de inicio tanto Salva Sevilla como Guridi.

La nota negativa, no obstante, volvió a ser la imprecisión tras recuperar la posesión del esférico. Con el paso de los minutos el Eibar se volcó en ataque y embotelló en su área a un Alavés que no fue capaz de respirar ni sacudirse el dominio local mediante la posesión del balón.

Ahora bien, el escenario tampoco era el ideal para que los de Luis García, como así lo han hecho en Mendizorroza durante las últimas jornadas, llevasen la batuta del juego y encerrasen en sus dominios al conjunto de Gaizka Garitano. 

El Glorioso regresa de Ipurua con un meritorio empate ante uno de los rivales más exigentes de la categoría. Una escuadra, el Eibar, que se vio maniatada por los pesados grilletes albiazules durante toda la confrontación. Y no solo eso, la nueva portería a cero que volvió a sumar Antonio Sivera tras la decimosexta jornada liguera demuestra que, en lo colectivo, el Alavés ha dado un paso al frente.