Un año ideal para Ibaia

La plantilla del Alavés, con los canteranos en primer plano, saluda a los aficionados albiazules desplazados a Lleida. Área 11

Que el descenso a Segunda División supondría una buena oportunidad para los canteranos del Deportivo Alavés no era ningún secreto, pues, en el caso de tener que dar el salto, este no sería tan exigente como en anteriores temporadas. Sin embargo, para que esto último sea posible es obligatorio que el entrenador del primer equipo esté dispuesto a apostar por los jóvenes que llegan desde abajo; algo que no se ha dado en otros casos, pero que sí está ocurriendo a las órdenes de Luis García Plaza.

Obligado por las circunstancias o no, pues cabe recordar que el Glorioso únicamente cuenta con 19 fichas profesionales, la realidad es que el técnico madrileño no está mostrando ningún reparo a la hora de dar oportunidades a la cantera. El último en aprovecharse de esto, sin ir más lejos, ha sido el gasteiztarra Imanol Baz, quien, después de mucho trabajo durante sus siete años en Ibaia, vio recompensado todo ese esfuerzo el domingo, cuando debutó con la zamarra albiazul en el duelo copero frente al Lleida Esportiu.

Allí, en el Camp d’Esports, el central alavesista formó parte del once junto a Víctor Laguardia, un claro modelo a seguir para él, y ayudó al conjunto babazorro a conseguir el pase a la siguiente ronda del torneo del KO, en la que, probablemente, vuelva a tener minutos. Baz se mostró muy serio y seguro al lado del central maño y, aunque no tuvo excesivo trabajo, sí que supo cómo solventar las problemáticas que le planteó el conjunto ilerdense como consecuencia de jugar con una línea defensiva bastante adelantada.

El capitán del Miniglorias, sin embargo, no es el único vitoriano que ha tenido opciones con el primer equipo esta temporada. Alex Balboa, titular también frente al Lleida, suma ya 163 minutos a las órdenes de Luis García y, a lo largo de todos ellos, se ha mostrado como una gran alternativa ante la posible ausencia de hombres tan importantes como Carlos Benavídez, Salva Sevilla o Toni Moya. De nuevo, mucha seriedad y valentía para, pese a la exigencia, cumplir sobradamente con las expectativas.

Y luego están Jesús Owono, Mahmoud Abdallahi y Abde Rebbach, quienes, sin haber nacido en Vitoria-Gasteiz, también se han formado en la Ciudad Deportiva José Luis Compañón y están empezando a ver ahora el fruto de sus esfuerzos. Especialmente, el último de ellos, pues el argelino arrancó el curso siendo una de las revelaciones y, en sus últimas participación, también se le ha visto dispuesto a competir por la banda izquierda con Luis Rioja, del que seguro aprenderá mucho durante la presente temporada.

Owono, por su parte, se estrenó ante el Lleida, aunque ya había debutado con la zamarra albiazul el curso pasado, y no desentonó en ningún momento; algo, eso sí, no demasiado sorprendente teniendo en cuenta las grandes actuaciones que realizó en pretemporada, cuando incluso muchos aficionados llegaron a pensar que podría ser titular en liga. No tan buena, por otro lado, está siendo la experiencia de Abdallahi, con pocos minutos y, además, bastante ausente en el momento que dispone de ellos.

Por último, no se debe olvidar el caso excepcional de Abdel Abqar, cuya inexperiencia en el fútbol profesional no ha evitado su sobresaliente irrupción en el Alavés de Luis García. En concreto, el central marroquí es el segundo jugador de la plantilla, solo por detrás de Sivera, que más minutos ha disputado esta temporada y, si en alguien deben fijarse los demás canteranos, es precisamente en él; sobre todo teniendo en cuenta lo poco que jugó la campaña pasada por estar a caballo entre el primer equipo y el filial.

Un tiempo atrás

Ahora bien, aparte de Abqar –y también Javi López, aunque aún no con tanta claridad–, el último canterano que logró establecerse en el escalón más alto de la estructura babazorra fue Martín Aguirregabiria. El lateral gasteiztarra sigue siendo, a día de hoy, el gran ejemplo de que, con mucho trabajo y humildad, se puede llegar a jugar asiduamente en Mendizorroza y buena muestra de ello son sus 138 partidos con la elástica albiazul, pese a que ya no defienda el escudo del Glorioso.

Un modelo a seguir para todos aquellos jóvenes que se han mencionado previamente y también para los que, hasta el momento, no han tenido oportunidades a las órdenes de Luis García. Nombres como los de Unai Ropero, Tomás Mendes, Marc Tenas o Alan Godoy, entre otros, que entrenan cada día en Ibaia para poder conseguir lo que los anteriores ya tienen en sus botas y ahora esperan mantener por mucho tiempo, lo cual es fundamental, como muchas veces ha admitido el propio técnico madrileño, para lograr el objetivo del ascenso.