La Segunda División es popularmente conocida como una categoría en la que convergen futbolistas jóvenes, quienes disponen del desparpajo y la garra para hacerse un nombre en el fútbol de primer nivel, con otros más veteranos que han labrado un recorrido envidiable por equipos reconocidos del espectro futbolístico. En este segundo grupo es donde se encuentra Borja Bastón, uno de los arietes más voraces de la categoría de plata y que este sábado se reencontrará con la afición albiazul, esa a la que ilusionó durante la temporada 2018-19, en la que el Glorioso realizó su mejor primera vuelta de la historia en Primera.

Borja Bastón es todo un trotamundos del fútbol que, a sus 30 años de edad, ha encontrado la estabilidad deportiva de la mano del Oviedo. Producto de la cantera del Atlético de Madrid, durante sus primeros pasos como futbolista profesional creció cedido en la Segunda División en equipos como el Real Murcia, Huesca, Dépor y Zaragoza. Fue en el histórico cuadro aragonés donde el espigado atacante anotó 22 goles en un solo curso y se convirtió, además, en el tercer máximo realizador de la categoría de plata por detrás del incombustible Rubén Castro y Sergio Araujo.

No en vano, su buen hacer en el Zaragoza le abrió las puertas de la máxima categoría, donde varios equipos pusieron su foco sobre el goleador madrileño. Finalmente, fue el Eibar quien ganó la carrera por su cesión y en aquel curso en Ipurua Bastón anotó 18 goles y dio cuatro asistencias. Unas cifras brillantes que le sirvieron para ganarse el apodo de Borja Van Bastón, en una clara alusión al legendario punta holandés.

REGRESO A LA LIGA

Bastón también probó el fútbol británico de la mano del Swansea, una etapa fugaz de tan solo un curso en la que apenas disputó una veintena de partidos y anotó un solo tanto. Fue así como regresó a Primera División con el Málaga, club en el que se mantuvo en esa línea gris de su periplo en el Swansea. Sin embargo, en una nueva cesión, Bastón volvió a mostrar sus cualidades en un Alavés donde anotó cinco goles siendo un revulsivo recurrente del Pitu Abelardo. Y es que en aquel entonces el ariete titular era Jonathan Calleri, quien cuajó una de sus mejores temporadas en Mendizorroza.

Los destinos del delantero madrileño y el club gasteiztarra se han vuelto a cruzar, esta vez en la siempre competitiva categoría de plata. Pese al agitado comienzo de curso del cuadro carbayón, la realidad es que Bastón ha arrancado la temporada dándole continuidad a su último buen año en el Oviedo. Fue en la 2021-22 cuando el cuadro oviedista estuvo realmente cerca de alcanzar el play off para luchar por el ascenso a la máxima categoría. En su caso particular, fue una pieza inamovible en el once y anotó 22 goles en el campeonato doméstico, unas cifras que igualaron su mejor registro realizador firmado durante su etapa en el Zaragoza.

Pese al buen hacer de Borja Bastón, que anotó el lunes el gol de la victoria desde los once metros en el estreno de Álvaro Cervera, el Oviedo, rival que pondrá a prueba la imbatibilidad del Alavés en su feudo, ha iniciado la campaña cosechando resultados poco ilusionantes.

De hecho, el conjunto asturiano está a tan solo un punto de distancia respecto al descenso y ha sido, junto al Levante y el Málaga, uno de los equipos que ya ha movido ficha en su banquillo. Álvaro Cervera, un técnico con un pasado brillante en el Cádiz, relegó a Jon Pérez Bolo hace escasas semanas y en su primera toma de contacto con sus nuevos pupilos obtuvo una victoria por la mínima en el Tartiere.