Uno de los muchos retos a los que ha tenido que hacer frente Luis García Plaza desde su llegada al Deportivo Alavés ha sido el de recuperar futbolística y mentalmente a aquellos jugadores que habían formado parte del fatídico descenso a Segunda División. Algo que, en este brillante arranque liguero, el técnico madrileño parece haber conseguido con hombres como, por ejemplo, Nahuel Tenaglia, Rubén Duarte, Javi López o Miguel De la Fuente, pero que todavía supone una tarea pendiente en otros casos más complejos.

El más evidente, en este último sentido, es el de Jason Remeseiro. Un futbolista que llegó a Vitoria-Gasteiz el pasado mes de enero como refuerzo para pelear por la permanencia y que, tras no aportar demasiado al equipo durante su primera media campaña como albiazul, tampoco lo está haciendo en este arranque liguero a las órdenes del preparador alavesista. Y eso que, al contrario que otros compañeros, el atacante gallego sí ha dispuesto de varias oportunidades para subirse al renovado barco babazorro.

En concreto, Jason ha disputado un total de 175 minutos, que le colocan como el decimosexto jugador de la plantilla en tiempo efectivo, por delante de Toni Moya, Álex Balboa, Mamadou Sylla, Taichi Hara, Rober González y Mahmoud Abdallahi, y ha sido titular en una ocasión: ante la UD Las Palmas en Mendizorroza, donde el Alavés planteó un partido muy específico, regalando la posesión a los canarios, en el que, si bien los hombres de ataque no tuvieron demasiado protagonismo, Jason lo tuvo aún menos.

Sobre todo, si se comparan las actuaciones del extremo gallego con las que Abde, otro futbolista a priori de rotación, está ofreciendo en la banda contraria. Porque, mientras que al argelino se le ve con desparpajo e intención de competirle el puesto a Luis Rioja, Jason continúa mostrando una versión bastante apática, como si tuviera asumido que su papel, pese a las constantes declaraciones de Luis García valorando la labor de todos los revulsivos, no es importante para el equipo.

Es por ello que, en la actualidad, Xeber Alkain no tiene rival en el carril diestro. Y no solo por sus goles –es el actual pichichi babazorro junto a Tenaglia–, vertiginosidad con el balón o sorprendente frialdad en la toma de decisiones, sino porque el de Hondarribia ha evidenciado desde el primer día que el Glorioso es una ocasión para él y que no la quiere desaprovechar. Algo que, en principio, también debía serlo para Jason, pues firmó por nada menos que tres temporadas y media.

De todas formas, siempre hay un lado positivo y, en este caso, es que el curso no ha hecho nada más que empezar. El coruñés tiene tiempo y cualidades, como ya demostró con el Levante en Segunda División hace varias campañas, para ser importante en el Alavés y, en esa misma línea, se ha topado con un entrenador que seguro le va a brindar más oportunidades. Y ya no solo por su manera de entender una plantilla, sino también debido a que no está en disposición de descartar opciones dado el escaso número de efectivos.

La situación de Abdallahi

Aparte de Jason, el otro jugador que, según lo acontecido en estas seis primeras jornadas, parece estar también en otra sintonía es Mahmoud Abdallahi. El mauritano regresó este verano a Mendizorroza después de su cesión en el NK Istra croata y, a día de hoy, es el albiazul que menos minutos ha podido jugar a excepción del canterano Jesús Owono, quien, como sustituto de Antonio Sivera, aún no ha tenido ocasión de estrenarse bajo los tres palos este curso.

Específicamente, Abda ha disputado siete minutos, ante la UD Las Palmas, y no ha participado en ninguno de los otros cinco encuentros que ha jugado el Alavés. Algo que, en otros casos, podría no ser muy preocupante, pero que en el suyo sí lo es, pues, en las últimas semanas, Rober Gónzalez parece ser la opción preferida a la hora de dar relevo a Guridi en la mediapunta, donde el africano se siente más cómodo; y, por otro lado, Taichi Hara ha adquirido ese rol de atacante corpulento que también podría haber cumplido él.

Y esto último sin olvidar, asimismo, el hecho de que Abdallahi es un fijo en las listas de la selección mauritana, lo que le va a hacer perderse varios entrenamientos y partidos como, sin ir más lejos, el del próximo lunes contra el Cartagena. Habrá que ver, por tanto, qué papel termina cumpliendo en este proyecto de Luis García y, al mismo tiempo, si en enero vuelve a la rampa de salida en la que ya estuvo a lo largo del último mercado de fichajes –cabe recordar que tiene contrato hasta 2025–.