Aunque arrancar la temporada con una victoria no significa demasiado, tres puntos siempre vienen bien para afrontar el inicio de competición con un plus de motivación. Eso es lo que consiguió el Deportivo Alavés este sábado en Butarque, donde superó por 1-2 al Leganés, gracias a un gol de Miguel De la Fuente y otro de Mamadou Sylla; y, además, aprendió la valiosa lección de que los partidos terminan cuando el árbitro pita el final. Sobre todo, en Segunda División, la categoría en la que cualquiera puede dar un susto.

Fiel a la idea mostrada a lo largo de la pretemporada, Luis García propuso un esquema 4-2-3-1, dispuesto a que su equipo llevara la batuta en la medular, pero con dos grandes sorpresas entre los elegidos de inicio. Ambas, además, en la línea defensiva, donde los canteranos Abqar y Javi López formaron junto a Sedlar y Arroyo para proteger la meta de Sivera. Por delante, Benavídez, Salva Sevilla y Guridi protagonizaron la sala de máquinas; Alkain y Rioja ocuparon las bandas; y Miguel fue la punta de lanza.

Tal y como se esperaba, teniendo en cuenta la falta de frescura habitual por estas fechas –y también la dificultad de la categoría de plata–, la igualdad fue mayoritaria sobre el césped de Butarque. Alavés y Leganés se repartieron la posesión a lo largo de la primera mitad y, como siempre, fue el más efectivo, en este caso el cuadro babazorro, quien logró ponerse por delante en el electrónico y marcharse así a los vestuarios con la seguridad de haber hecho un buen trabajo.

Esto último, sucedió en el minuto 20 de partido, cuando Salva Sevilla, en su primera muestra de talento diferencial del curso, filtró un balón a la banda para que Javi López lo colgase al segundo palo y, previo despeje defectuoso de Nyom, Miguel batiera a placer a Dani Jíménez (0-1). Una diana, cabe mencionar, muy importante para el atacante vallisoletano, pues, ante la posible llegada de un delantero titular en las próximas semanas, no existe mejor manera de ganarse la confianza de Luis García que con goles.

Previamente, eso sí, ambas escuadras tuvieron la oportunidad de adelantarse. Primero lo intentó el Glorioso por medio de Alkain, que se encontró con la intervención del portero local después de un bonito recorte, y después el mencionado Nyom desaprovechó en el punto de penalti una gran acción de estrategia ejecutada por Rubén Pardo. Este, en la medular, y el delantero Arnaiz fueron los dos pepineros que más trataron de sorprender, aunque con poca suerte, a la zaga gasteiztarra, cuya actuación estuvo a la altura.

Tras el paso por los vestuarios, los albiazules se focalizaron en el rigor defensivo y, en consecuencia, el protagonismo fue más para el Leganés. Algo que, en un principio, no preocupó demasiado al Alavés, porque supo ceder la batuta sin que dicha decisión le trajera apuros, pero que comenzó a ser un problema en el momento que los pepineros empezaron a merodear demasiado su área hasta empatar el encuentro por medio de Naim, quien sorprendió con un zapatazo desde la frontal que tocó en Salva antes de superar a Sivera (1-1).

El Alavés no estuvo solo en Butarque Redacción DNA

Por fortuna, el letargo en el que los babazorros se habían metido no duró demasiado. Los cambios del técnico madrileño, que introdujo a Toni Moya, Abde y Sylla después del gol local, reactivaron al equipo y este volvió a castigar la flaqueza defensiva del rival y, más concretamente, de Nyom. En el minuto 74, Benavídez recuperó un balón en el centro del campo, Guridi encontró al canterano argelino desmarcado y este asistió al nueve senegalés para que colocara el 1-2 con un ajustado remate cruzado.

A partir de ese momento, el Glorioso maniató completamente a los pepineros y pudo sentenciar por medio de Javi López; sin embargo, el final no estuvo exento de tensión. En la última acción del partido, a balón parado, Omeruo aprovechó un error de Sivera en la salida y marcó el tanto del empate, pero este fue anulado por el VAR para la tranquilidad de todos los alavesistas que se habían llevado las manos a la cabeza.