El de este domingo no es un partido cualquiera. La victoria ante el Espanyol resultó esperanzadora para las opciones de lograr una permanencia que sigue siendo extremadamente compleja, pero todavía posible. Los de Velázquez han llegado a la penúltima jornada agarrados a la fe y, en este sentido, el duelo ante el Levante es una auténtica final para el Glorioso. El Alavés tiene que ganar y, después, esperar que los resultados tanto del Cádiz como del Mallorca acompañen. Y la parroquia albiazul no abandonará a sus jugadores en su visita al Ciutat de Valencia. Las 405 entradas que se pusieron a la venta el pasado jueves por parte del Club se agotaron en cuestión de horas, lo que demuestra que esta afición merece seguir viviendo nuevas aventuras en Primera.

Markel García, Aitor Jiménez y Yeray Martin son tres afortunados albiazules que acompañarán al Glorioso en tierras valencianas. “Hay nervios porque nos jugamos la vida, pero había que ir sí o sí al partido de este domingo. Ganar al Espanyol y el pinchazo del Cádiz nos ha dado esperanzas”, comenta el primero de ellos. Jiménez, por su parte, cree en el milagro de Velázquez: “Es imposible no pensar en el ¿y si sí? Si no tuviese buenas expectativas no iría, pero soy consciente de la situación del equipo y que fuera de casa el Alavés ha tenido dificultades”. Yeray Martin, alavesista empedernido, fue una de las primeras diez personas en hacerse con las entradas para el partido. “Espero que sea un día inolvidable, hemos sufrido toda la temporada y remando estamos cerca de la orilla; esperemos hacer nuestros deberes y seguir con vida hasta el último partido”, relata.

Pese a que el choque se dispute el domingo, que suele ser un día festivo para la mayoría de profesiones, los aficionados alavesistas regresarán a Vitoria de madrugada y prácticamente sin descanso. Al igual que muchos otros alavesistas, Markel y Yeray tendrán que madrugar el lunes para acudir a sus puestos de trabajo y luego otros como Aitor viajarán a Valencia en plena época de exámenes. “El día siguiente tengo que ir a trabajar a las ocho de la mañana pero por un día que duerma poco no pasa nada”, cuenta Markel, a lo que Yeray añade que no se podría perder el partido de ninguna manera. “El lunes tengo que ir a trabajar a las seis de la mañana pero tenía claro que iba a ir al partido para estar todos juntos y vivirlo allí; sé que si no voy me arrepentiría toda mi vida”, asegura. Aitor, por su parte, comenta que la pasión por el Glorioso se ha impuesto a los estudios: “El partido me pilla en medio de la semana de exámenes de la universidad. Sé que no debería hacer esto pero confío en el equipo. Hay veces en las que se hacen cosas más con el corazón que con la cabeza”.

En este sentido, los tres jóvenes recuerdan que las colas que se llegaron a formar en la tienda del Alavés-Baskonia llegaban hasta el monumento de La Mirada. “Si no me equivoco fui el séptimo de la cola, llegué a las tres y conseguí las entradas para mi pareja, mi padre, dos amigos de la cuadrilla y para mí”, cuenta Martin. “Para las 15.45 estaba en la cola y no salí hasta las siete con la entrada, estaba a tres personas de conseguirla y desde el local dijeron que se habían agotado las físicas; nos dieron un justificante de nuestro registro y nos aseguraron que nos llamarían para poder recogerla”, comenta Aitor Jiménez.

Pese a que las esperanzas para lograr la permanencia sigan vivas, estos fanáticos del Glorioso recalcan que el curso no ha regalado grandes alegrías a la afición. “Ha sido una temporada muy dura y hemos pasado de la desilusión a la ilusión en una jornada. Con Velázquez hemos ganado los tres partidos en Mendizorroza pero el equipo es muy bipolar”, matiza Yeray. Markel, por su parte, incide en que las últimas tres temporadas han sido parecidas: “Por suerte llegamos con vida al final pero hemos estado casi todo el año en los puestos de descenso. Dependemos del resto porque se ha fallado en partidos como el del Granada o Mallorca, donde había que ganar sí o sí”.

Ahora bien, el descenso matemático del Levante y el paso al frente de jugadores que conforman el núcleo duro del Alavés son dos argumentos a los que se aferra la parroquia albiazul para lograr la que sería la segunda victoria del curso lejos de Mendi. “Tengo la sensación de que el equipo se está guardando algo para este domingo. Creo que Joselu va a reaparecer, pero soy realista y los partidos fuera de casa no han sido como para ilusionarse. Aun así, confío en que el desplazamiento haga que se sienten como en casa y el Levante esté de brazos caídos”, precisa Jiménez. Igualmente, Yeray Martin explica que los futbolistas tienen ante sí una oportunidad de oro para que dejen un recuerdo agradable a la afición: “La cosa está complicada, espero que vuelva el mejor Joselu. Miguel de la Fuente me gustó mucho contra el Espanyol y también Escalante, que ojalá hubiera estado aquí desde el principio de temporada. Espero que pase lo que pase cada uno de su mejor versión y que vayan con todo, que luchen por la gente que va para que sean bien recordados”.

“Estoy nervioso porque nos jugamos la vida; la victoria ante el Espanyol nos ha dado esperanzas”

“Llevamos tres temporadas parecidas, por suerte aún tenemos opciones de salvarnos”

Aficionado del Alavés

“Si no tuviese buenas expectativas no iría, aunque es cierto que la situación es difícil”

“Los partidos lejos de ‘Mendi’ han sido malos, intentaremos que se sientan como en casa”

Aficionado del Alavés

“El lunes tengo que ir a trabajar a las 6 de la mañana, pero tenía claro que iba a ir al partido”

“Espero que sea un día inolvidable, llevamos remando todo el curso y la orilla no está lejos”

Aficionado del Alavés