El Alavés continúa navegando en los agónicos puestos de descenso tras cosechar una nueva derrota a domicilio en la visita del pasado sábado al Bernabéu. Lo más lógico en un duelo de tal magnitud era que la balanza cayera en favor del equipo más poderoso y la terca realidad es que el Glorioso. Cuatro menos que el Granada del cuestionado Robert Moreno, el conjunto que delimita ahora mismo la fina línea entre el éxito y el fracaso.
Se trata de una situación delicada y en la que el conjunto gasteiztarra se ha encontrado durante dos terceras partes de la competición. Y es que el Alavés ha estado fuera del descenso en tan solo nueve jornadas desde el pistoletazo de salida, un tramo dorado transcurrido entre los meses de octubre y noviembre del 2021 cuando fue capaz de sumar 11 puntos de 15 posibles con las victorias ante el Cádiz, Elche y Levante y los empates ante Sevilla y Barcelona.
El consuelo es que el Alavés ha dejado atrás un tramo del calendario muy complicado ante los gigantes del fútbol estatal que tanto atormenta a la hora de hacer cálculos.
De los 13 encuentros que restan para que concluya la temporada, el cuadro de Mendilibar tan solo se enfrentará a tres equipos que actualmente se encuentran en los puestos europeos. No son otros que el Sevilla, Atlético y Villarreal, candidatos a la Liga de Campeones. Además, dos de estos duelos se disputarán en el feudo babazorro, que acogerá a hispalenses y groguets.
Por lo tanto, el Alavés afronta un calendario en cierta medida más asequible que el resto de adversarios directos que transitan entre el decimoquinto y vigésimo lugar. A todos les ellos les esperan algunos miuras que los pupilos de Mendilibar han eliminado de su hoja de ruta.
El Getafe, que totaliza 26 puntos, tiene por delante partidos exigentes ante el Real Madrid, Villarreal, Betis y Barcelona. Por su parte, el Mallorca, también con 26 puntos, debe verse las caras con blancos, culés, Atlético y Sevilla. Al Granada, que desprende muy malas vibraciones, le resta viajar al Sánchez Pizjuán, al Wanda Metropolitano y al Benito Villamarín. Tres estadios donde las aspiraciones están por lo más alto y, por tanto, resultará factible que pinchen.
Respecto a los rivales directos que comparten ahora el descenso con el Alavés, los babazorros también encaran un calendario en teoría más amable para creer en la salvación. El Cádiz, por ejemplo, aún debe enfrentarse a equipos como el Atlético, Villarreal, Betis, Barcelona, Sevilla y Real Madrid, por lo que el final de curso para el cuadro gaditano será de lo más exigente. En cuanto al Levante, farolillo rojo con únicamente 15 puntos, le resta por jugar ante pesos pesados como el Villarreal, Barcelona, Sevilla y Real Madrid.
ARGUMENTOS PARA creer
Un factor que ha de ser determinante en la remontada del Alavés será el aliento de Mendizorroza. Se ha demostrado a lo largo del curso que el Glorioso tiene muchísimas dificultades para rescatar puntos lejos de Mendi y es por ello que en su condición de local el cuadro de Mendilibar debe conseguir el mayor número de puntos posibles haciendo de su estadio un auténtico fortín.
El 75% de los puntos cosechados por el Alavés han sido en el templo albiazul, determinante para sacar adelante al equipo en circunstancias delicadas y obligado en lo que resta de curso a ejercer su conocido efecto intimidatorio sobre los rivales.
El Alavés se medirá en su casa al Sevilla, Granada, Rayo Vallecano, Villarreal, Espanyol y Cádiz. Rivales de fuste desigual ante los que la consigna será clara: facturar el mayor número de puntos. Sin embargo, tampoco será cuestión de abandonarse en las próximas salidas a los estadios del Getafe, Real Sociedad, Atlético, Osasuna, Mallorca, Celta y Levante. De hecho, algunos de esos campos son propicios para alimentar la autoestima.
De lo que no hay duda es que la lucha por la permanencia será, a todas luces, una agonía lenta de sonrisas y lágrimas. A 13 jornadas para el cierre de la temporada son seis los equipos que lucharán por librarse de la quema. La próxima final que afronta el Alavés se remite al sábado, cuando los pupilos de Mendilibar visitarán el Coliseum para recortar distancias a costa de un Getafe prácticamente imbatible en casa desde el regreso de Quique Sánchez Flores.