El Celta tiene visos de convertirse en un rival propicio para que el Alavés estire a seis su prolífica racha de partidos consecutivos sin hincar la rodilla y meta más tierra de por medio respecto al descenso. No en vano, el conjunto gallego no saborea las mieles de la victoria desde el 28 de octubre -cuando se impuso en el Coliseum al Getafe- y, desde entonces, totaliza tres empates (Rayo, Barcelona y Villarreal) y una derrota ante la Real Sociedad en Balaídos.
Esta mala racha le ha hecho retroceder varios puestos en la tabla y estar por debajo del Alavés, en cuyo plan de partido figura la posibilidad de estar bien replegado en la parcela defensiva, no conceder excesivos espacios y salir a la contra para sorprender a un rival que apuesta por un juego de tiralíneas y un fútbol de toque gracias a la calidad técnica de muchos de sus futbolistas.
Al margen de la baja ya confirmada de Hugo Mallo, que será relevado por Kevin Vázquez, Eduardo Coudet tiene varias dudas de cara a su once inicial en Mendizorroza, al que previsiblemente regresará Renato Tapia tras cumplir el partido de sanción. El entrenador argentino tiene tres hombres para dos puestos y deberá sacrificar en la sala de máquinas a un futbolista de entre el peruano, Fran Beltrán y Denis Súarez, que solo han coincidido en una ocasión esta campaña desplazándose el ex del Barcelona a la banda izquierda. El dúo formado por Denis y Tapia fue indiscutible a lo largo de la pasada campaña, pero el mal arranque de esta temporada y el gran rendimiento ofrecido por Beltrán han llevado a Coudet a modificar su medular. Además de Suárez, quien tampoco tiene garantizada la titularidad es el colombiano Jeison Murillo, que pese a no haber cometido errores de bulto en las últimas jornadas podría ser el sacrificado en el centro de la zaga. La dupla de centrales del Celta podría ser entonces la formada por Araújo y Aidoo.