El Alavés puede estar ante una inmejorable oportunidad para hacer saltar la banca en el Camp Nou cinco temporadas después. El último triunfo albiazul en la Ciudad Condal se produjó allá por 2016 gracias a los tantos de Deyverson e Ibai Gómez y este sábado el conjunto de Javi Calleja debe acudir sin complejos a tierras catalanas. No en vano, le espera el Barcelona más vulnerable que se recuerda en los últimos tiempos. Así lo atestigua tanto la clasificación como el precario estado futbolístico y anímico de un equipo, el de Koeman, que lleva dando tumbos durante excesivo tiempo.

Víctima de la galopante crisis económica que le ha obligado este verano a desprenderse de sus mejores futbolistas y adquirir medianías a coste cero, el conjunto catalán no infunde ningún temor en este instante, por lo que el Alavés no debería renunciar a dar la sorpresa y agudizar la crisis blaugrana. La crisis de identidad del Barcelona volvió a destaparse en el reciente clásico, tras el cual su entrenador vivió un desagradable incidente a la salida del campo cuando fue insultado por decenas de aficionados que se congregaban en los aledaños del recinto.

Si Koeman sigue todavía al frente del Barcelona es básicamente porque su presidente Joan Laporta no ha dispuesto de dinero para afrontar su oneroso finiquito y la búsqueda de un sustituto también se ha convertido en una tarea para titanes. El Barcelona no es en la actualidad ningún caramelo, ni siquiera para exfutbolistas como Xavi Hernández que llevan postulándose durante años para el cargo.

Otro factor que alienta la posibilidad de dar la sorpresa en el Camp Nou es el terrible parte de bajas del Barcelona. Cinco futbolistas con el cartel de titulares están prácticamente descartados para medirse al Alavés. Se trata del defensa más prometedor de su plantilla (Ronald Araujo), los dos centrocampistas más talentosos en la sala de máquinas (Frankie de Jong y Pedri) y los dos delanteros con mayor punta de velocidad y capacidad de desborde por las bandas (Ousmane Dembelé y Ansu Fati).

Este último causó ayer baja en Vallecas ante el Rayo debido a unas molestias en la rodilla sufridas en el clásico. En el caso del francés, intervenido a finales de junio de una desincersión del tendón distal del bíceps femoral de la rodilla derecha por la que se le diagnosticaron cuatro meses de baja, su vuelta ante el Alavés se antoja demasiado prematura y previsiblemente reaparecerá tras el encuentro ante los gasteiztarras.