El Deportivo Alavés cumplió en el partido más importante de lo que va de temporada y consiguió salir victorioso de la batalla que se libró en el Nuevo Mirandilla ante un rival directo en la pelea por la salvación. Sin excesivo brillo, pero con coraje, garra y mucha fe, el Glorioso se adelantó pronto en el marcador y sobrevivió al asedio del Cádiz en una dramática segunda parte que terminó con el segundo de Joselu en el descuento.
Ante un equipo de vocación defensiva, Calleja optó por cambiar el esquema por tercera vez en los tres últimos encuentros y poblar el centro del campo con un 4-1-4-1, con Loum como pivote y Manu García y Moya como interiores. El sacrificado fue Miguel de la Fuente, quedándose Joselu como único delantero a pesar de su escaso rendimiento en las últimas jornadas. El técnico acertó en insistir con el gallego, ya que fue el gran protagonista del encuentro. En el minuto 4 se encargó de abrir el marcador desde el punto de penalti tras una falta que él mismo provocó sacando partido de una entrada innecesaria de Alarcón justo al pisar área. Aunque el contacto fue leve, lo que provocó las protestas del público y los futbolistas gaditanos, Alberola Rojas consideró que era suficiente y Joselu no perdonó, chutando fuerte al centro de la portería mientras Ledesma caía a su lado derecho.
Con su segunda ventaja en el marcador de la temporada, el Alavés pudo jugar con mayor tranquilidad que un Cádiz que se encuentra más cómodo replegado que cuando está obligado a llevar la iniciativa. De hecho, durante el resto de la primera parte estuvo más cerca de llegar el segundo babazorro que el tanto del empate. Duarte rozó el gol con un centro que se envenenó y se marchó fuera rozando el palo. La más clara, sin embargo, la tuvo Facundo Pellistri en un contraataque en el que Joselu encontró al uruguayo con una carrera al espacio y el extremo, con mucha ventaja y solo contra el portero, se lo pensó en exceso y permitió que el defensor llegara justo a tiempo para interceptar su disparo. El Cádiz también tuvo sus acercamientos con un tiro cruzado de Sobrino y otro a la media vuelta de Alarcón en el punto de penalti, pero la sensación al descanso fue de que el Alavés perfectamente se podría haber ido a vestuarios con una ventaja mayor.
Reacción del Cádiz
En la segunda parte Cervera introdujo cambios ofensivos retrasando a Fali al puesto de central e introduciendo a Jonsson y a Álex Fernández con el objetivo de igualar fuerzas con los gasteiztarras en el centro del campo. La estrategia le salió bien, ya que a partir de ahí el partido se convirtió en un asedio constante del Cádiz a la portería de Pacheco, ante un Alavés replegado. En el minuto 48 Fernando Pacheco tuvo que exprimirse por primera vez en el partido para salvar un espectacular remate de chilena de Álvaro Negredo. Los córners, los centros al area y los remates se sucedieron en el área del Alavés mientras los cuatro defensas, ayudados por un Loum que actuó prácticamente como tercer central, achicaban agua.
En una de estas jugadas, en el minuto 62, Ximo cedió con el pecho demasiado flojo para Pacheco y lo aprovechó Perea, que superó al guardameta albiazul por debajo pero se encontró con Laguardia, que despejó en la línea de gol. El dominio gaditano se mantuvo, pero chocó una y otra vez contra el muro vitoriano, que fue ganando consistencia con la entrada de Pons, Edgar, Miguel y Pina. El balón parado y los contraataques sirvieron al Alavés para acercarse puntualmente por la portería de Ledesma e incluso batir al guardameta local con un remate de Edgar que fue anulado por fuera de juego. También tuvo Joselu una clarísima en un córner en el que remató libre de marca a las manos de Ledesma.
El delantero gallego siguió buscando el segundo hasta que en el 90, tras un auténtico ejercicio de supervivencia, lo encontró para sentenciar el choque. Miguel de la Fuente tuvo fe en la presión, arrebató el balón a Haroyan tras un mal pase de Ledesma y cedió atrás para Joselu, que anotó a placer ante la desesperada salida del portero. Lo celebró con tanta rabia como su primer tanto, y no es para menos, ya que supone el fin a su sequia goleadora, el primer gol del equipo en jugada este curso y, sobre todo, tres puntos valiosísimos que sacan al equipo de una situación crítica y le dan un poco de oxígeno antes del próximo choque contra otro rival directo como el Elche.