espués de una intensa y acalorada junta semanal, la Directiva del Deportivo Alavés, que preside Carlos Caballero, manda la siguiente nota informativa a los medios de comunicación: “Considerando que la enfermedad del entrenador del Deportivo Alavés don Antonio Molinos, se prolonga y que la situación del club no permite esa interinidad, se acuerda concederle la carta de libertad de mutua conformidad, haciendo gestiones para lograr la ficha de un nuevo entrenador con toda urgencia”. Apenas faltan unos minutos para que sean las 11 de la noche del martes 24 de febrero. Se pone fin a una relación tóxica que se estaba enquistando entre club y entrenador, a raíz del partido jugado el 1 de febrero frente al Nàstic de Tarragona (5-1) en terreno catalán y correspondiente al Campeonato de Liga de Segunda.
El partido corresponde a la 18ª jornada y por primera vez forman juntos el portero Berasaluce y los defensas Sanz, Erezuma y Gorospe, inicio de una alineación albiazul que prácticamente, será inamovible hasta finales de la temporada 1954-55. A pesar de la derrota, el equipo se encuentra clasificado en la cuarta posición y a un solo punto de la promoción de ascenso. En el viaje de vuelta hacia Vitoria, Antonio Molinos se siente indispuesto y decide quedarse en Zaragoza, lugar de su residencia habitual. El primer entrenamiento semanal, martes 3 de febrero, lo realiza el jugador albiazul, ex del Real Madrid, Antonio Alsúa. El jueves el equipo se traslada a Madrid para enfrentarse al conjunto blanco, con el que mantiene excelentes relaciones, pero el partido no se celebra al caer sobre la capital de España una gran tromba de agua y poder preservar así el césped del Estadio Chamartín. Antonio Molinos, en el entrenamiento que el equipo realiza en la Ciudad Universitaria en lugar del partido suspendido, vuelve a sentirse mal. Es reconocido por un médico que le obliga a quedarse en Madrid y guardar cama, debido a la alta fiebre que tiene. El compromiso liguero frente a la Gimnástica de Torrelavega (1-2) lo dirige Antonio Alsúa. Tras el partido se reúne la Junta Directiva y decide encomendar la preparación física del equipo al masajista, el ex boxeador Fernando Muñoz, ya que Antonio Molinos permanece en Madrid aquejado de una fuerte proceso gripal. A la vez surgen rumores que indican que el entrenador se ha podido comprometer con el Real Valladolid. Más gasolina al fuego. El jueves 12 de febrero no se le permite entrar en Mendizorroza tras su regreso de Madrid, ya que el día anterior ha comunicado al presidente la necesidad que tiene de estar una temporada inactivo, descansando y sin entrenar. También comunica a Carlos Caballero que los rumores que le sitúan al frente del Real Valladolid son infundados. Al técnico le indica el club que le concede un permiso de inactividad laboral, hasta que esté completamente recuperado de su ataque gripal. No viaja tampoco a Huesca para el partido liguero frente al equipo oscense (3-0) en el Campo de San Jorge, dirigiendo al equipo el tándem Alsua-Muñoz que seguirán hasta final de temporada. El mismo día del partido, 15 de febrero, el técnico abandona Vitoria hacia su domicilio zaragozano, para restablecerse de su enfermedad. Nunca más volverá a dirigir al Deportivo Alavés, ya que días más tarde recibe la carta de libertad. Antonio Molinos, padre de los futbolistas Fernando y Antonio Molinos, fue un personaje singular y polifacético y un adelantado a su tiempo. En el Deportivo Alavés utilizó la oxigenoterapia, que consistía en la inhalación de oxígeno en los descansos de los partidos para acelerar la recuperación de los futbolistas, siguiendo el modelo que implantó Alejandro Scopelli, técnico argentino, en el RCD Espanyol.
“De no haberme concedido la Directiva la carta de libertad seguiría en el Alavés. Esa era mi obligación. Unas veces por mi enfermedad y otras por no permitírseme la entrada a Mendizorroza, tuve que dejar de entrenar. Mi deseo es que ascienda pronto”.
Nacido en 1910, Antonio Molinos realizó estudios de Arquitectura.
Obtuvo el título de entrenador nacional en 1950. Fundó la revista Cromos y colaboró en diferentes medios de comunicación. Ascendió a Segunda al Numancia, Ca-cereño, Eldense y San Fernando.
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