l imparable proceso de globalización continúa su curso en Ipurua, donde habita un Eibar que ha hecho historia durante el todavía abierto mercado estival. El cuadro armero, que se enfrentará al Alavés hoy con José Luis Mendilibar al frente de las operaciones desde la banda por sexta temporada consecutiva, ha realizado cuatro incorporaciones, si bien una de ellas destaca sobre el resto. Más allá de las llegadas de Kevin Rodrigues, José Recio y Damian Kadzior, los tres con serias opciones de formar parte del once tipo del técnico de Zaldibar, sobresale la del delantero japonés Yoshinori Muto (Tokio, 15-VII-1992), cedido por el Newcastle y nuevo compañero de vestuario de su compatriota Inui, aunque no estará presente hoy por molestias en el isquiotibial. La presencia de ambos en el conjunto guipuzcoano, además de fortalecer el vínculo entre el Eibar y el país del sol naciente, tiene un cariz histórico. Los guipuzcoanos, sin ir más lejos, figuran como el primer equipo en la historia de LaLiga en juntar dos futbolistas nipones en su plantilla.
No se había dado el caso hasta la presente temporada, en la que los armeros han dado una nueva muestra de su total confianza en la adaptación al fútbol estatal de jugadores japoneses con experiencia previa en Europa. Fue el caso de Inui cuando aterrizó en Ipurua en 2015 procedente del Eintracht de Frankfurt alemán para permanecer en la disciplina armera hasta 2018, cuando probó fortuna en el Betis y en el Alavés para regresar al Eibar en 2019, y es cinco años después el caso de Muto. El ariete nacido en Tokio e internacional con su país desde 2014, con una tarjeta de tres goles en 29 partidos con su selección, dio el salto a Europa para reforzar al Mainz 05 el mismo año en el que Inui recaló por primera vez en Ipurua. También en Alemania, por tanto, inició su andadura en el viejo continente un delantero de 1,78 metros de altura que llegó a convertirse en el japonés de moda en la Bundesliga en 2018.
Ese mismo año, tras marcar 20 goles en 66 partidos de liga y firmar un total de 23 dianas en los 72 encuentros oficiales disputados con el equipo alemán, Muto fue fichado por el Newcastle, que desembolsó 10,7 millones de euros para hacerse con sus servicios. Su aventura en la Premier League, sin embargo, no obtuvo el éxito esperado. Con un solo gol en dos campañas en las que jugó 25 partidos de liga, el Newcastle lo puso en el mercado y el Eibar no dudó en lanzarse a por él para reclutarlo en calidad de cedido. Sus cualidades, apropiadas para ejercer como segundo punta o como extremo en la demarcación que acostumbra a ocupar Inui, convencieron a Mendilibar, quien admitió días atrás que se trata de un jugador al que "quisimos en diciembre, pero no pudimos traerlo y ahora sí". "A ver si nos da profundidad, desmarque a la espalda de la zaga rival y gol, porque tiene mucha agilidad y velocidad", remarcó en relación a su nuevo pupilo el entrenador vizcaino, que ha utilizado al japonés en los últimos partidos pero no podrá contar con él hoy en Mendizorroza.
Mendilibar no dudó en ningún momento de que la adaptación de Muto a la disciplina armera sería instantánea. La razón que expuso el de Zaldibar para confiar en la rápida aclimatación del japonés tiene que ver con su carácter, al ser "mucho más abierto que Inui". "Creo que va a aprender hasta euskera, así como el otro no ha aprendido nada y no sé si se le ha olvidado incluso el japonés", advirtió con la naturalidad que le caracteriza Mendilibar, quien incidía el pasado viernes en que Muto, a diferencia de Inui, "es más abierto y creo que va a ser más rápido a la hora de entrar en el grupo. En ese sentido, Taka también le va a ayudar, porque todo lo que vayamos haciendo él se lo va a explicar, salvo que se le haya olvidado el japonés como decía".
Con optimismo encara el entrenador del Eibar el necesario periodo de adaptación de Muto a un equipo que buscará contra el Alavés poner tierra de por medio con la zona baja de la tabla. Tras encadenar cinco partidos consecutivos sin perder y estar a punto de sumar un punto contra el Madrid, los armeros desafiarán a los hombres de Pablo Machín sin la amenaza de Muto en la pareja de ataque, donde se ha asociado muy bien con Kike García. Muto se ha convertido en el decimoctavo japonés que juega en el fútbol estatal y el primero en hacerlo con un compatriota como compañero de vestuario, con el añadido de poder ver a ambos formando parte de un once inicial al que Mendilibar tendrá dar uno o varios retoques debido a las bajas de Rober Correa, Sergi Enrich, Paulo Oliveira y el propio Muto, que jugó contra el Madrid pero ayer fue la sorpresa al caerse de la convocatoria.
El Alavés, por lo tanto, deberá esperar a la segunda vuelta de la competición para poder verse las caras con el japonés, que ya se estrenó como goleador contra el Betis y pagó al inicio de la temporada la novatada en el vestuario del Eibar cantando la canción de Doraemon en su idioma natal. ¿Quién se encargó de grabar y difundir la escena a través de las redes sociales? Takashi Inui. Quién si no.
Muto, cedido por el Newcastle, aterriza en Ipurua cinco años después de que Inui abriera una vía entre Japón y Eibar
"Este es más abierto que Inui y creo que va a aprender hasta euskera; el otro no ha aprendido nada", advierte Mendilibar