La Liga de Fútbol Profesional ha hecho hoy públicos los límites salariales de todos los equipos de Primera y Segunda División para la temporada 2020-21. Un margen que ha notado la sacudida de la crisis del covid-19 y ha afectado a la mayoría de equipos, incluido el Deportivo Alavés, que ha visto su capacidad económica reducida en siete millones de euros. Si la pasada temporada la entidad gasteiztarra podía permitirse gastar 49.771.000 euros en salarios de la plantilla, el presente curso no puede exceder los 42.031.000 euros. Obviamente, tanto la entidad babazorra como el resto de equipos eran conocedores de este límite presupuestario en verano, pero la competición, como acostumbra a hacer cada campaña, publicó ayer los números de todos los clubes en un ejercicio de transparencia.
Los números del Deportivo Alavés explican los apuros que pasó el club en verano para poder fichar. La entidad del Paseo de Cervantes solo ha podido adquirir en propiedad a Jota Peleteiro, que llegó gratis a Vitoria-Gasteiz, con un sueldo moderado y solo con un año de contrato. El resto de fichajes, Rodrigo Battaglia, Deyverson, Florian Lejeune y Tomás Tavares, han llegado en forma de cesión. Para hacer posible sus llegadas, el Glorioso se ha visto obligado a cerrar numerosas salidas y cesiones con el fin de aligerar la plantilla. En esta tesitura, no es de extrañar que el club no haya podido cerrar contrataciones de renombre como las de Lucas Pérez y Joselu el curso pasado.
El covid-19 ha afectado a todos los clubes de una manera similar, aunque unos han salido más perjudicados que otros. El Alavés, en concreto, es de los que más lo ha notado, ya que siete millones de euros es un pellizco importante para un club con un presupuesto tan limitado y pueden marcar la diferencia. Si la temporada pasada el Glorioso tenía el sexto límite salarial más bajo de Primera División, este curso ha bajado un escalón más y es el quinto que menos puede gastar en sueldos. Por debajo solo están los tres recién ascendidos -el Cádiz, el Huesca y el Elche- y el Levante, que ha visto reducido drásticamente su límite salarial, que ha pasado de 54 millones de euros en 2019 a 37 en 2020.
Ambos se han visto sobrepasados por equipos que han aguantado mejor el envite del coronavirus e incluso han mejorado sus condiciones como el Valladolid, que pasa de 32 a 49 millones, Osasuna, que crece desde los 38 hasta los 46 millones o el Granada, que con su clasificación para Europa League ha saltado desde los 35 a los 56 millones de euros de límite salarial. El Eibar, al igual que el Alavés, ha visto reducido su margen de maniobra, pero supera a los vitorianos en 700.000 euros.