- Después de sumar el pasado domingo en Valladolid una victoria balsámica, el Deportivo Alavés afronta hoy en Mendizorroza una reválida de envergadura para ratificar su necesaria reacción tras protagonizar un arranque de Liga titubeante. Porque el vestuario visitante del estadio del Paseo de Cervantes lo ocupará nada menos que el todopoderoso Barcelona de Leo Messi y compañía. Una cita destinada a priori a convertirse en una de las grandes noches del curso en el coliseo albiazul pero que, debido a las restricciones impuestas por el coronavirus, se desarrollará un día más en la soledad que se ha convertido en moneda de curso común en estos tiempos.

A pesar de la ausencia del ambiente habitual, el choque no pierde ni un ápice de su interés en el aspecto deportivo ni, desgraciadamente, de su extrema dificultad. Frente a frente estarán dos conjuntos que, por diferentes motivos, necesitan dar un paso adelante. El Glorioso para confirmar su progresión y encarar con mayor tranquilidad el futuro a corto plazo y el Barça para dejar atrás una racha de tres jornadas consecutivas sin ganar, inasumible para una escuadra de sus características.

Se trata, por lo tanto, de un examen de enorme dificultad para el combinado de Pablo Machín. Más todavía teniendo en cuenta que la escuadra blaugrana aterriza en Vitoria justo después de firmar el pasado miércoles en Turín el que probablemente ha sido su mejor encuentro del ejercicio. Dejando a un lado los innumerables y escabrosos asuntos extradeportivos que le persiguen desde hace meses y liberado por la esperada dimisión de la juntna directiva de Bartomeu el baby Barça que está construyendo Ronald Koeman dejó claro que está en condiciones de seguir luchando de igual a igual con los grandes de Europa.

Una pelea que, claro está, queda muy lejos de un Deportivo Alavés que, no obstante, no renuncia en absoluto a hurgar en la herida que tiene abierta el combinado culé en la competición doméstica. Para poder conseguirlo, está obligado a borrar de su expediente las concesiones defensivas que le han acompañado en muchos de los partidos anteriores y a elevar su eficacia ante la portería, ya que se antoja complicado pensar en que pueda disponer en un gran número de oportunidades ante una zaga visitante que, eso sí, cuenta únicamente con dos centrales puros entre los 21 convocados.

Tras el buen resultado de Zorrilla, lo previsible es que Machín repita equipo inicial, aunque no es descartable que el preparador soriano busque sorprender a su rival con una sorpresa táctica, que podría pasar por fortalecer el centro del campo.