- “Por desgracia el parón ha sido muy largo”. Como cualquier persona en plena desescalada hacia la normalidad, Javi Barbero asiste con preocupación al momento que vive la sociedad por culpa del coronavirus. Tras casi dos meses confinado en casa junto a los suyos, el técnico de porteros trata de recuperar la normalidad previa al estallido de la grave emergencia sanitaria. El pasado domingo se reincorporó al trabajo con el Getafe con la esperanza de que no haya ningún paso atrás y retomar la competición el próximo 12 de junio. Si la evolución de la pandemia lo permite, el objetivo del cuadro azulón -quinto clasificado con los mismos puntos que el cuarto, la Real Sociedad- no es otro que asaltar un puesto de Liga de Campeones y desquitarse de la pequeña desilusión vivida hace un año.
“Parar en seco la competición de esta forma ha sido algo nuevo para todos y nos ha tocado adaptarnos de la mejor manera posible”, explica desde tierras madrileñas. Por delante aguardan unas semanas extremadamente inciertas donde nadie sabe a ciencia cierta si la actual campaña podrá finalizar. “Más que la convicción, tengo una gran esperanza en que así sea. Sería muy duro que después de poner el fútbol a andar, con el esfuerzo que realizamos en cuanto al estricto protocolo, no lo consiguiéramos. Creo que también sería positivo para los aficionados darles otro aliciente en estos momentos tan duros”, desvela el vitoriano.
Durante el confinamiento, Barbero se ha mantenido activo y no ha desaprovechado la ocasión de “hacer formación on-line, desarrollar algunos aspectos que me interesaban dentro de mi profesión y aportar en el trabajo y seguimiento de mis porteros para tratar de que lleguen en la condición más optima posible”.
El reencuentro con técnicos y jugadores del Getafe ha sido “muy bueno... pero raro a la vez” teniendo en cuenta el estricto protocolo del Consejo Superior de Deportes y las extremas medidas de seguridad e higiene que han debido aplicar todos los clubes con el fin de evitar la aparición de contagios. “Es genial volver a reencontrarte con los compañeros y constatar que todos están bien, pero el hecho de no poder interactuar más allá de lo que marca el protocolo, hace raro ese retorno. A medida que quememos las fases, todo irá volviendo poco a poco a su ser. Aunque a corto plazo, algunas cosas del fútbol que conocemos cambiarán”, matiza Barbero.
Mientras en la calle existe un agrio debate entre priorizar la salud o la economía, un profesional de esta industria como Barbero ve positivo que el fútbol reaparezca con todo su esplendor. “Sin duda, el límite debe ser la salud. En estos momentos nada ni nadie garantiza esa seguridad 100%, pero con responsabilidad y siguiendo el protocolo establecido creo que ese riesgo se reduce al mínimo. El otro día leí que el fútbol representa el 1,37% del PIB y que de él dependen 185.000 puestos de trabajo. Muchas opiniones se quedan en la superficialidad respecto a nuestro mundo, sin saber que de él dependen tantas familias”, recalca.
Algún futbolista como Fali (Cádiz) ha abanderado semanas atrás el temor que sienten algunos profesionales por volver a calzarse las botas en un contexto altamente preocupante con incontables fallecimientos y contagios a diario. Lo único claro es que aún no es posible divisar la luz al final del túnel pese a los ímprobos esfuerzos de todos los actores por recuperar la vida anterior.
Cuestionado sobre si siente temor a poner en peligro su salud, la respuesta de Barbero no deja lugar a las dudas. “Miedo no, lo que hace es recordarte la responsabilidad que tenemos en cada momento, no solo durante los entrenamientos, también en la vida privada. La incomodidad viene dada por ese protocolo de vuelta a los entrenamientos que regula al milímetro todas las relaciones que se dan entre los profesionales. Lo considero un mal menor, más teniendo en cuenta como han trabajado y trabajan otros sectores de nuestra sociedad. Me acuerdo de ellos y en ese momento mi incomodidad puntual se convierte en privilegio”.
“Muchas opiniones sobre nuestro mundo se quedan en la superficialidad, sin saber que de él dependen tantas familias”
“Sería muy duro que después de poner el fútbol a andar no lo lográramos, los aficionados se merecen un aliciente en estos instantes”