- La crisis del coronavirus ha supuesto un importante mazazo económico para el deporte profesional y, como en el resto de los ámbitos de la vida, su afección completa no se conocerá en toda su extensión hasta que no se pueda volver a la normalidad. Lo que, aplicado al mundo del fútbol, es lo mismo que decir cuando el balón vuelva a rodar. Y, como empresas que son, los clubes se han visto seriamente dañados por la pandemia y casi todos los compañeros del Deportivo Alavés en Primera División han tomado medidas económicas, o pretenden hacerlo a no mucho tardar, para tratar de paliar los efectos de la enfermedad. La única excepción a la regla la marca el Getafe, que no tiene previsto ningún movimiento que suponga una merma en los ingresos de sus trabajadores y cuyo presidente, Ángel Torres, se mostró recientemente muy crítico con aquellos que han acudido a la vía del expediente de regulación temporal de empleo como medida de urgencia.
Esa vía, por la que también apostó en su momento el propio Alavés, es la que han utilizado Barcelona, Atlético de Madrid y Espanyol para salvaguardar sus arcas con reducciones salariales para los futbolistas del 70% mientras dure el estado de alarma. Al mismo tiempo, en los despachos de Mendizorroza se negocia con los jugadores una rebaja de sueldos global para cuando regrese la normalidad, acuerdos que, tras poner en marcha un ERTE para sus empleados, ya se han alcanzado en Granada o Sevilla.
Los dos clubes andaluces se encuentran dentro de la tendencia mayoritaria entre las entidades de Primera División, que supone manejar dos escenarios económicos diferentes dependiendo de si la actual temporada se completa o si, por el contrario, definitivamente se cancela. En la misma línea que el Granada (1% de reducción si se vuelve a jugar; un 19% si no) y el Sevilla (de un 8,5% a un 19%, respectivamente) se encuentran el Real Madrid (de un 10 a un 20%), la Real Sociedad (de un 5 a un 20%), el Athletic (de un 6 a un 17%), el Betis (de un 5 a un 15%) y el Valencia (de un 9 a un 18%).
El ejemplo de estos siete clubes, que contemplan dos escenarios económicos diferentes en el caso de que se pueda jugar y si finalmente no se puede, es el que pone la plantilla alavesista a la hora de solicitar un trato similar a la mayoría de componentes de la élite del fútbol estatal. No en vano, y como desveló Edgar Méndez en su momento, la reducción que se pretendía desde los despachos de Mendizorroza en el primer momento, amén de bastante más elevada que el resto, era inamovible en cualquiera de los casos.
El extremo máximo de la pulcritud lo ha contemplado el Levante, de los primeros en alcanzar un acuerdo con su plantilla. Los rectores granotas tiene tres escenarios diferentes de rebaja: si no se juega (20%), si se hace sin público (3%) y si se puede jugar con espectadores en las gradas (1%).
Otros cuatro clubes solo tocarán los bolsillos de sus futbolistas en el caso de que la competición no pueda reanudarse. Entienden que la merma en los ingresos que se produciría en tal caso, al depender en gran parte de los derechos televisivos, no sería tan reseñable como para reducir salarios. Se trata de Celta (16,6%), Valladolid (17%), Villarreal (20%) y Osasuna (20%).
Leganés, Eibar y Mallorca se encuentran en plena fase de negociaciones con sus jugadores para tratar de alcanzar un acuerdo económico. Los madrileños parecen ser los que más difícil lo tienen por el serio desencuentro que también hay en Butarque, por lo que la opción del expediente de regulación de empleo no está aún descartada. Menos problemas tienen los guipuzcoanos y los baleares, quienes parecen que llegarán a un pacto con relativa normalidad.
ERTE
Barcelona
Atlético de Madrid
Alavés
Espanyol
Acuerdo de rebaja salarial
Pendientes de acuerdo
Eibar
Mallorca
Leganés
Descarta rebaja
Getafe