Vitoria - Si Mendizorroza fue el bastión que permitió al Deportivo Alavés mantenerse alejado de la zona de peligro a lo largo de toda la primera vuelta, en la segunda son los desplazamientos los que se perfilan como factores decisivos a la hora de asegurar una permanencia tranquila. El equipo de Asier Garitano ya ha igualado en sus dos primeros viajes de la segunda vuelta los cuatro puntos que sumó en el giro inicial al calendario y ahora tiene por delante cuatro compromisos a domicilio encadenados ante los cuatro equipos que en estos momentos cierran la tabla clasificatoria. Un serial que, de saldarse de manera positiva a los intereses albiazules y al margen de lo que ocurra en los compromisos en el estadio del Paseo de Cervantes ante aspirantes a Europa, dejaría la continuidad en Primera División completamente atada.
Mallorca, Leganés, Espanyol y Celta recibirán, por ese orden, al Alavés en los próximos desplazamientos del cuadro vitoriano. Los tres primeros son los que ocupan en estos momentos la zona de descenso, todos ellos igualados con dieciocho puntos; mientras que los gallegos, con su agónica victoria del domingo ante el Sevilla, consiguieron salir de los puestos rojos y se situaron con veinte puntos en su casillero. La ventaja del Alavés con el trío que marcha igualado asciende hasta los nueve puntos -la mayor con el descenso en lo que va de curso-, mientras que con los celestes se ha quedado en siete. Con estas diferencias, cualquier victoria en estos desplazamientos sería definitiva para prácticamente eliminar a un rival directo, ya que además el conjunto albiazul manejaría también el gol average.
Precisamente, El Glorioso se ha mostrado hasta ahora como un equipo tremendamente fiable ante ese grupo de rivales que se encuentran entre los considerados directos. De los que se encuentran en la segunda hoja de la clasificación, del décimo en adelante, solo ha perdido contra Osasuna. De los 27 puntos que se reflejan en su casillero, 24 han llegado en estos encuentros y solo se escapan de esta ecuación los empates en las visitas a Getafe y Sevilla y el conseguido ante el Atlético de Madrid en su duelo en Mendizorroza.
El primer capítulo se vivirá este sábado con la visita a Son Moix, donde espera un Mallorca severamente golpeado y que está sufriendo su peor momento de la temporada. Tras un arranque esperanzador sustentado en su rendimiento como local -es el peor visitante de Primera con un solo punto sumado-, en las últimas jornadas se ha hundido con solo una victoria y cuatro puntos en los diez últimos partidos y ya dentro de la zona roja. Una tesitura que el Alavés tratará de aprovechar para sumar su segunda victoria consecutiva y dar un paso de gigante casi definitivo hacia la salvación.