Vitoria - Hay una máxima en el mundo del deporte que señala que el club que celebra una conmemoración especial corre serio riesgo de acabar la fiesta escaldado y ayer el Deportivo Alavés comprobó en sus propias carnes que no se trata de una leyenda urbana. El Glorioso vivía una jornada de festejos para celebrar sus 99 años, pero en ese clima de alegría generalizada se coló un Villarreal que se encargó de aguar las bebidas con las que se brindaba. El Submarino Amarillo puso cuesta arriba el encuentro con un tempranero gol de Bacca que el cuadro albiazul fue capaz de igualar tras mucho remar por mediación de Joselu y cuando parecía llegado el momento de culminar la remontada, el mazazo definitivo lo protagonizó un debutante en Primera División como Fer Niño, que a los 114 segundos de entrar al campo firmó un golazo sensacional que condujo al infeliz desenlace del aniversario.
El único cambio esperado era la entrada de Martin por el sancionado Navarro y no realizó más variantes Garitano con respecto al encuentro contra el Levante que tan buen sabor de boca dejó. Si prácticamente calcó el once, lo propio hizo con el planteamiento. Primero cerrar las vías de pase en zonas de compromiso a un equipo que gusta de la posesión y, a partir de ahí, buscar la recuperación y la rápida salida al contraataque. La primera muestra acabó en las redes de Asenjo, pero el tanto de Rioja quedó bien invalidado por fuera de juego anterior.
La idea era clara, pero saltó por los aires con un error grueso en la contención. Un balón en largo desde la defensa de Albiol sirvió para que Moi Gómez le cogiera la espalda a Martin y el servicio desde el costado izquierdo lo remachó Bacca colándose entre los centrales. Con una facilidad inusitada, el Villarreal se adelantaba a los diez minutos sin apenas haber sudado.
El Alavés quedó completamente descolocado con ese golpe encajado de manera tan prematura y le costó unos cuantos minutos sobreponerse. Reactivó Lucas la ofensiva con una contra que Vidal no acertó a resolver justo en el ecuador del primer acto. Al menos, la acción sirvió para que el equipo se conectase de nuevo mentalmente a un partido del que se había ido por completo. Con Lucas generando toda la actividad atacante, las acometidas quedaban casi siempre en nada en las inmediaciones del área por la mala calidad, cuando no la lentitud en la toma de decisiones, de los pases que deberían haber sido definitivos. Justo lo contrario que un Villarreal que tuvo el segundo en botas de Trigueros tras una genialidad de Cazorla que desbarató Pacheco.
Casi todas las situaciones de amenaza de la primera parte tuvieron como protagonista a un Lucas muy activo en el juego entre líneas y en la generación para sus compañeros y esa misma tendencia se mantuvo invariable en el arranque del segundo acto, en el que el coruñés seguía siendo el único capaz de conducir el balón a posiciones de peligro.
La conexión entre el punta y un Camarasa que dio un paso adelante propició la primera ocasión, con Asenjo cerrando a Vidal. El guardameta se convirtió a partir de ahí en protagonista, pues casi de seguido metió una mano salvadora a cabezazo de Manu. La respuesta en la otra portería la daba Pacheco ante Chukwueze.
El balón era albiazul, pero a este equipo la posesión continuada le perjudica más que beneficia. Incapaz de encontrar el resquicio por el que colarse, parecía ya abocado a la derrota cuando por fin conectaron sus dos delanteros. En una acción ya clásica, Joselu descolgó del cielo un pase de Laguardia en largo para Lucas, que le devolvió el balón de primeras para que el de Silleda definiese perfecto ante Asenjo en el 80.
Parecía el momento óptimo para completar la remontada, pero el empate condujo a un cambio de tendencia en el dominio. Asumió el Villarreal los mandos, saliendo de su refugio defensivo. Pero fue el cuadro albiazul el que le facilitó la tarea, con un balón perdido por Camarasa en la salida, que propició un pase en profundidad de Trigueros a un Niño que estuvo sublime en la definición para fastidiarle el cumpleaños al Alavés cuando ya no quedaba tiempo para más.
Errores graves El Alavés no mostró contundencia ni seguridad en las tareas defensivas y facilitó los dos goles del Villarreal. Primero, con un fallo de marcaje de Martin a Moi Gómez, con los centrales poco atentos con Bacca. Al final, un mal pase de Camarasa y la desatención de Ely liberaron a Niño.
Lucas, el solitario El ataque alavesista tuvo a Lucas Pérez como protagonista casi único, pues el coruñés fue el único capaz de encauzar acciones de peligro que sus compañeros no fueron capaces de rematar hasta que encontró la conexión con Joselu. Escaso bagaje ofensivo.