Vitoria - El Deportivo Alavés se enfrenta esta noche al Villarreal, un equipo que en un primer vistazo podría parecer el mismo al que El Glorioso superó tanto en casa como a domicilio por dos goles a uno la temporada pasada. Javi Calleja, el técnico que dirigió al conjunto groguet en sus dos últimos enfrentamientos con los gasteiztarras, volverá a estar hoy al mando del Villarreal. A sus órdenes tendrá a nombres ligados al club como Mario Gaspar, Sergio Asenjo, Manu Trigueros, Santi Cazorla o Gerard Moreno. Sin embargo, ni el equipo es el mismo que el de la campaña anterior ni Javi Calleja es el mismo entrenador que no supo doblegar al Alavés.
El curso 2018-19 fue un año atípico para el Submarino Amarillo. La entidad castellonense partía como uno de los equipos más potentes de la Liga Europa y aspiraba a pelear por puestos europeos en la competición doméstica de la mano de Calleja. Sin embargo, el prestigio que el técnico formado en la cantera del Villarreal había acumulado durante la 2017-18, se vino abajo tras una sucesión de malos resultados en liga, que situaron al club en la decimoséptima posición tras haber sumado solo 14 puntos en quince jornadas. Al presidente del club, Fernando Roig, no le tembló el pulso y sustituyó a Calleja por Luis García Plaza.
La premisa de entrenador nuevo, victoria segura se cumplió con un 2-0 en Europa frente al Spartak de Moscú, pero fue el único partido que Luis García logró durante su corto periplo de cincuenta días en la entidad. Cayó eliminado en Copa del Rey contra el Espanyol y en Liga cosechó cuatro puntos en seis partidos, que colocaron al Villarreal en descenso. La situación era crítica para la entidad, que necesitaba urgentemente a alguien que cambiara el rumbo del submarino. Entonces, se tomó una de esas decisiones cómicas por lo inesperadas que eventualmente tienen lugar en el mundo del fútbol: Javi Calleja fue el elegido para reconducir al club por el que había sido destituido hace menos de dos meses. A pesar de toda la polémica que levantó la operación, el regreso del técnico madrileño fue todo un acierto y el Villarreal terminó logrando la salvación con 44 puntos, además de alcanzar los cuartos de final de la Liga Europa.
Cambio de tendencia Con el nerviosismo de haber estado jugueteando con el descenso todavía en el cuerpo y sin competición europea, el Villarreal ha construido un equipo más económico pero más equilibrado que el del año pasado. Se ha notado un cambio de estrategia en los fichajes y se ha apostado por futbolistas con experiencia en la máxima categoría del fútbol español como Ontiveros, Peña, Albiol, Alberto Moreno, Moi Gómez y Bacca. La única incorporación exótica ha sido la de André Zambo, cedido por el Fulham. Por otro lado, han aligerado la plantilla con las cesiones de Jaume Costa, Álvaro González y Pedraza y las ventas de Fornals, Roberto Soriano, Sansone, Víctor Ruiz, Cheryshev y N’Diaye. Para contrarrestarlo, se ha hecho una apuesta firme por la cantera con Pau Torres y Chukwueze, fundamentales en el once de Calleja.
Dicen que uno no se da cuenta de lo que tiene hasta que lo pierde, y este ha sido el caso del Villarreal. Javi Calleja, liberado de la presión de tener que disputar tres competiciones, con la confianza plena del club y con menos donde elegir a la hora de elaborar sus alineaciones, ha sumado en nueve jornadas la misma cantidad de puntos con la que fue destituido en su anterior etapa. Ha encontrado en Torres y Albiol una pareja sólida de centrales que no ha pasado desapercibida para el seleccionador Robert Moreno, que ha contado con ambos en sus últimas convocatorias. Ha sentado en el banquillo a miembros de la vieja guardia como Mario Gaspar y Trigueros en beneficio de Peña y Zambo, que acompaña a Iborra y a Cazorla en la sala de máquinas.
La defensa del Glorioso tendrá que estar pendiente del tridente formado por Chukwueze, Ekambi y Gerard Moreno, punta de lanza del reconocible 4-3-3 que Calleja está utilizando. El desborde de Moi Gómez y Ontiveros es otra de las armas a las que el técnico madrileño acude con asiduidad. Por si fuera poco, los groguets no han perdido ningún partido en lo que va de temporada en su estadio. El Alavés tendrá la difícil labor de repetir la victoria cosechada la campaña pasada ante un Javi Calleja muy parecido y a la vez muy diferente al de 2018.