En un gesto que le honra, el Deportivo Alavés brindó ayer un merecido homenajeó al empleado, probablemente, más veterano de su plantilla y el artífice, sobre todo, de mimar durante décadas el césped de Mendizorroza hasta el punto de ser reconocido siempre como una de las mejores alfombras de la Liga. Solo el paso del tiempo permitió ayer al alavesismo poner cara y ojos al que durante 44 años fue el jardinero del campo, Angel Benito, un tipo tan discreto como buena persona. Heredó el oficio de su padre Damián en los bajos de la grada de Cervantes, donde entonces vivía la familia.

Aprendió primero las labores de utillaje y después las de jardinería, para imprimir con el paso del tiempo su propio sello y conferir sobre todo a su cargo una dosis entonces poco habitual de profesionalismo. Sirva un dato para confirmar este extremo: Benito fue el único empleado de todo el club que el 16 de mayo de 2001 no acompañó al equipo a la final de la Copa de la UEFA en Dortmund porque días después visitaba Vitoria el Barça. “Y Mané quería el césped perfecto”, recordaría años después. Cuidó del tapete de Mendizorrotza desde 1974, entonces en Segunda División. Y lo cuidó como si fuera un hijo, llevándole los demonios cada vez que lo maltrataban tras algún concierto, nevada o tromba de agua y mostrando orgullo cuando estaba perfecto y la pelota volaba a ras de hierba. Ahí era feliz este alavesista, que ayer, por primera vez en su extensa trayectoria, robó la atención a los verdaderos protagonistas del juego procediendo al saque inicial.

Casi 50 entrenadores y 13 presidentes terminaron rendidos a su talento en las 44 temporadas (8 en Primera, 20 en Segunda, 12 en Segunda B y 4 en Tercera) en las que ha estado al frente de la segadora y el rastrillo albiazul. Casi medio siglo de vivencias, amistades, alegrías en forma de ascensos o disgustos tras consumarse algún descenso. Una vida, en definitiva, dedicada al y por el Alavés. Quizá algún día este ángel de la guardia se anime a escribir sus memorias. Será entonces cuando su trabajo adquiera rango, casi, de leyenda.