Vitoria - Lo tenía al alcance de su mano para poner la guinda a una temporada asombrosa, pero nadie, con absoluta certeza, será capaz hoy de echárselo en cara después de obrar uno de los mayores milagros en la historia reciente del club: salvar al equipo del descenso a falta de cuatro jornadas cuando solo cuatro meses antes el plantel tenía prácticamente los dos pies en Segunda División. Cogió Abelardo al equipo entonces con seis puntos y lleva hasta la fecha 23 tras firmar una progresión deportiva extraordinaria que una vez consumada la permanencia había puesto sobre la mesa la posible superación de ese tipo de récords que normalmente custodia el club en un baúl con demasiado sabor añejo.
Uno de los más comentados en los últimos días era saber si el plantel albiazul sería capaz de alcanzar los 35 puntos que en la temporada 99/00 consiguió en la segunda vuelta aquel Deportivo Alavés que entrenaba José Manuel Esnal, Mané. Un registro histórico hasta entonces que en aquel momento sirvió al equipo para firmar su primera clasificación para la Copa de la UEFA -la temporada siguiente sería la de la final en Dortmund ante el Liverpool- y que hasta hoy no había vuelto a ser igualado ni superado. La formidable progresión que el proyecto de Abelardo llevaba hasta la jornada de ayer animaba al envite. Con 23 puntos ya en el zurrón y doce aún por disputarse -los derivados de los cuatro partidos que restan ante Atlético, Málaga, Athletic y Sevilla-, los números advertían de que la machada era posible. Tremendamente difícil pero posible. Sin embargo, con la derrota de ayer en Mendizorroza ante los colchoneros, el récord de puntos en una segunda vuelta se esfumó y para mayor gloria de Mané, este guarismo seguirá bajo su batuta por muchos años.
a por el récord del ‘flaco’ Al menos sí tiene al alcance Abelardo Fernández empatar el registro de otra segunda vuelta espectacular. En este caso la que firmó la pasada temporada Mauricio Pellegrino, cuando sumó la friolera de 32 puntos en 19 jornadas, nueve más de los que ahora mismo tiene el Pitu, al que le quedan tres partidos para igualar la gesta de su colega argentino. Así que de ganar todos en las próximas jornadas, otra empresa bastante complicada puesto que dos de ellos se disputan fuera de Vitoria, el asturiano reafirmaría su papel como salvador de un proyecto que amenazaba ruina y terminó en forma de milagro.