el camino hacia la elite, largo y exigente por naturaleza, puede ser recto o lleno de curvas y obstáculos, como bien puede corroborar Àlex Granell (Girona, 2-VIII-1988). El centrocampista, segundo de los cinco capitanes establecidos en el equipo que dirige Pablo Machín, volverá a presumir de brazalete en la decimocuarta jornada de liga debido a la falta de oportunidades para Eloi Amagat, primer capitán de un Girona en el que Granell, un confeso amante de la enseñanza, ejerce como líder desde la zona ancha después de haber regresado en 2014 al club en el que inició su formación como futbolista.

La primera etapa, no obstante, fue más corta de lo deseada. Tras ingresar en la cantera de la entidad catalana con solo cinco años, el gerundense fue descartado en categoría cadete, con 16 años. Su persistencia le llevó a no dejar de lado el fútbol en ningún momento, luciendo y perfeccionando su zurda mientras consolidaba su estrecha relación con los estudios. Convencido de que vivir del balón iba a resultarle más que complicado, Granell completó la carrera de Magisterio, Educación Primaria y Psicopedagogía, buscando además títulos importantes de inglés y trabajando durante tres años en el mundo de la educación como maestro. Apasionado de la enseñanza y amante de las aulas y de los niños, el centrocampista del Girona puede sentirse orgulloso además de no haberse rendido nunca como futbolista, pese a las dificultades halladas.

Su trayectoria habla por sí sola, pues tras jugar en 2007 en Segunda Catalana con el Farners pasó por la Primera Catalana (Palafrugell) para comprobar después la dureza de la Tercera División (Bañolas, Manlleu, Llagostera y Olot) y la Segunda B (Llagostera, Cádiz y Prat), antes de cumplir su sueño de infancia de convertirse en futbolista profesional. Destinado durante casi una década a cambiar de equipo al término de cada curso, Granell alcanzó la Segunda División hace tres años gracias a su regreso al Girona nueve años después de ser cortado. A sus 25 años, el mediocentro saludaba a una división de plata en la que el ascenso a Primera le sorteó en los ejercicios 2014-15 y 2015-16, pero no en la campaña 2016-17.

Su papel en el club resultó de capital importancia para que el equipo dirigido por Machín hiciera historia. El partido en el que el Girona certificó su ansiado ascenso a la máxima categoría del fútbol estatal fue, además, el número 114 de Granell en Segunda con la camiseta rojiblanca, algo que nadie hubiera vaticinado cuando el club en el que dio sus primeras patadas a un balón le dejó de lado. El paso del tiempo, sin embargo, ha premiado la insistencia de uno de los jugadores más destacados del Girona en las primeras jornadas de liga en Primera.

Titular en diez de los once partidos que ha jugado en las trece primeras jornadas ligueras, el capitán del Girona asistió con un medido centro lateral a Stuani para que el delantero uruguayo firmara el primer gol del Girona en la elite. El segundo tanto ante el conjunto colchonero, para más inri, también partió de sus botas al ser el encargado de colgar al corazón del área un balón que, en segunda instancia, volvió a enviar al fondo de las redes el ariete charrúa.

CLAVE ANTE EL Real Madrid En la décima jornada, lejos de bajar su nivel, Granell volvió a participar de manera activa en la complicada visita del Real Madrid adueñándose de un centro del campo en el que las estrellas blancas no pudieron brillar. Cual veterano curtido en mil batallas, Granell, ejemplo de persistencia y madurez, guiará hoy ante el Deportivo Alavés a sus compañeros sin descartar mientras tanto un regreso a las aulas en un futuro que, viendo su nivel, todavía se antoja bastante lejano.

El gerundense está disfrutando en la actualidad de sus mejores sueños, ya que quizás nunca pudo imaginar jugar algún día en Primera División. La condición de titular la tiene garantizada por lo que se ha visto en lo que llevamos de campaña, pues a sus brillantes actuaciones en el arranque del campeonato se une la confianza que tiene en él Machín, quien no ha dudado en dejar sentados en el banquillo a dos jóvenes promesas como Aleix García y Douglas Luiz. Ambos, cedidos por el Manchester City con 20 y 19 años de edad, respectivamente, han visto frenado su intento de asaltar el once inicial debido a los galones adquiridos por Granell, quien ha disputado 849 minutos de los 1.170 posibles en el curso -once partidos jugados, diez de ellos como titular y siete completos-.

Ilusionado ante la oportunidad de visitar estadios como el Camp Nou o el Santiago Bernabéu tras conocer en primera persona los entresijos del fútbol más modesto, el centrocampista gerundense se enfrentará esta noche a otra prueba frente al conjunto albiazul. Granell, lector y estudiante en sus ratos libres, posará en la foto inicial junto al capitán de alavesista, Pacheco, y el cuerpo arbitral antes de tomar posición en la medular, donde volverá a ubicarse desde el pitido inicial con la misión añadida de botar todos los córneres y las faltas laterales. Su caso, atípico, define a un futbolista diferente. - Arkaitz Aramendia