villarreal - Los tres puntos conseguidos ayer en El Madrigal, más allá de romper la mala racha deportiva de las últimas semanas y significar un paso adelante después del paso atrás de hace siete días en Mendizorroza, supuso también un guarismo favorable para la estadística albiazul, y es que con la de ayer son ya cuatro las veces que el Alavés se ha impuesto en sus visitas al estadio castellonense. Según se refleja de los datos estadísticos, hasta el día de ayer ambas escuadras se habían enfrentado en un total de ocho ocasiones, siendo el conjunto amarillo superior en cinco partidos y tres los alaveses. Nunca en sus duelos en Villarreal se había producido un empate.

Por si fuera poco, el triunfo de ayer tuvo un gran mérito, ya que se produjo en la cancha de uno de los equipos más complicados del actual campeonato de Liga, un escenario donde el Villarreal había sumado 16 de los últimos 18 puntos en juego como local. Ayer, todo eso saltó por los aires. Bastaron apenas 20 minutos de pegada albiazul para que Ibai Gómez y Camarasa enviaran a la lona al submarino amarillo y confirmaran la fortaleza del Alavés este curso como visitante, donde ha competido de tú a tú en canchas igual de complejas como las del Vicente Calderón, Camp Nou, Mestalle, Sánchez Pizjuán y El Sadar. - DNA