Vitoria - El Alavés permanecerá atento a la próxima reunión de la Comisión Permanente Contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte en la que se abordarán la trifulca de la recta final del partido en la que un aficionado propinó un puñetazo a un seguidor del Real Madrid tras el cuarto gol. La legislación que regula cualquier manifestación violenta estipula sanciones entre los 150 y 650.000 euros para la entidad organizadora del evento deportivo, en función de si la falta es considerada leve, grave o muy grave. También para el causante de la agresión se imponen sanciones que oscilan entre los 3.000 y 6.000 euros, además de prohibiciones de accesos a recintos deportivos entre un mes y los cinco años.

COMUNICADO ALBIAZUL El Alavés, por su parte, emitió ayer un comunicado en el que expresó su “total rechazo ante cualquier tipo de actitud violenta”, al tiempo que ahondó en el “compromiso” de trabajar en pro de los valores en el deporte. Remarcó además su total disposición a estudiar el caso en detalle “para determinar las responsabilidades de los abonados que actuaron en tal desagradable hecho y actuar de manera inmediata y contundente”. Concluyó la nota oficial con el recordatorio de una “afición modélica y ejemplar” como es la albiazul en los partidos tanto de local y de visitante. No obstante, en el partido del ascenso el Alavés recibió una multa de 10.000 euros por no controlar el acceso al estadio de una veintena de bengalas que se encendieron para celebrar el regreso a la máxima categoría ante el Numancia. - Efe/DNA