Vitoria - Al tiempo que paladea sus éxitos deportivos, en las oficinas del Deportivo Alavés se trabaja para reforzar el equipo para encarar el tramo decisivo de la temporada y poder aspirar al ascenso. Y el gran nombre que está sobre la mesa de Javier Zubillaga es el de Borja Viguera, una operación que la entidad del Paseo de Cervantes pretende resolver, para bien o para mal, a lo largo de la presente semana. De ninguna manera pretende el club vitoriano estar aguardando hasta el cierre del mercado el 29 de enero, ya que en este sentido la experiencia en agosto fue nefasta cuando se quedó sin poder cerrar ninguna de las tres contrataciones a las que aspiraba y, en el último momento, se frustró la llegada de Lolo Reyes.

El Alavés ya ha expuesto al Athletic su interés por conseguir la cesión del delantero riojano, pero en el último encuentro entre las dos partes, coincidiendo con el derbi contra el filial rojiblanco el pasado 2 de enero, el club bilbaíno manifestó que manejaba opciones preferentes sobre la oferta vitoriana. La principal, la del Sporting, ha quedado prácticamente desvanecida al mantener la LFP firme la sanción que impide al equipo asturiano incorporar jugadores mayores de 23 años que hayan debutado en la máxima categoría.

El equipo gijonés se había convertido en un obstáculo insalvable -y todavía no está claro que lo siga siendo, más aún tras la lesión de gravedad de Bernardo que llevará al Sporting a insistir ante la LFP para poder fichar- para El Glorioso por su condición de equipo de Primera, pero el castigo que arrastra por sus impagos a Hacienda ha frustrado, de momento, la cesión. Así, el Alavés es actualmente el mejor situado, a pesar de que el riojano es deseado prácticamente por la mitad de los equipos de Segunda y que el Athletic maneja otras opciones que considera más interesantes.

El club vitoriano ya ha puesto las cartas sobre la mesa -la inversión económica sería importantísima, ya que habría de desembolsar entre 200.000 y 250.000 euros por la cesión- y lo que espera es una solución rápida. Sí o no, pero nada de estar alargando la cuestión de manera indefinida. Por parte de Viguera la situación es clara, ya que de no seguir en Primera su deseo es regresar a Vitoria, donde volvió a sentirse futbolista y firmó los dos mejores años de su carrera.

Con la postura del futbolista bastante clara, a los rectores alavesistas les toca entablar contactos con el Athletic para encontrar una solución rápida a esta operación. Como bien es sabido, las relaciones entre las dos entidades no son las más cordiales del mundo y en las oficinas del Paseo de Cervantes se asume que, una vez más, no se van a encontrar con ninguna facilidad por parte del club presidido por Josu Urrutia, que ya en anteriores ocasiones ha puesto trabas a diversas operaciones entre las dos partes -incluso la desvinculación de Toquero tuvo su miga cuando se supo que venía a Vitoria- llegando a frustrar la mayoría de ellas.