Los jugadores albiazules completaron ayer un exigente trabajo físico. La plantilla realizó el exigente yo-yo test, un programa elaborado por el danés Jens Bangsbo, cuyo objetivo es medir el consumo máximo de oxígeno de forma progresiva. En esta ocasión, los albiazules hicieron el yo-yo de recuperación intermitente, en el cual debían correr entre dos líneas separadas por 20 metros y llegar al final antes de un pitido, y cuya finalidad es medir la capacidad de recuperación ante esfuerzos intermitentes progresivos.