lezama. La suspensión de un partido acarrea siempre tantos problemas que, normalmente, ambos equipos intentan siempre apurar lo máximo posible las opciones de seguir jugando. Sin embargo, cuando una tormenta asola un terreno de juego como lo hizo ayer en Lezama, el deseo de jugar acaba enterrado por la evidencia. Así le ocurrió a José Carlos Granero. "Nosotros no queríamos suspender el partido, queríamos seguir jugando. Los jugadores querían seguir, pero al final el sentido común nos ha llevado a aceptar la suspensión y todos lo hemos entendido", explicó un empapado Granero, que aprovechó para ironizar con lo ocurrido. "El que más se ha asustado ha sido el árbitro cuando ha caído el trueno y se ha ido la luz de una torre. Cuando ha parado el partido estábamos a la expectativa porque el tiempo pasaba y los jugadores se estaban quedando fríos, pero finalmente ha sido el árbitro el que por su cuenta ha decidido suspender el partido", subrayó el preparador valenciano.
Al menos, durante los 38 minutos que Alavés y Bilbao Athletic estuvieron plantados sobre el mojado césped de Lezama el técnico albiazul vio síntomas de mejoría en el juego de sus pupilos. "He visto al equipo muy metido, con intensidad, creando muchos problemas al rival. Por eso yo era el primero que no quería suspender el partido, aunque entiendo que era lo razonable. Pero este tipo de partidos hay que saber jugarlos, y el Alavés que he visto en estas condiciones me ha gustado", se congratuló. Ahora, y aunque Granero aseguró que "no era lo más importante", toca esperar a la reunión de mañana entre ambos clubes para desvelar la nueva fecha en la que el Alavés deberá desplazarse de nuevo a Lezama.
Un partido en el que ambos equipos podrán contar con jugadores que ayer no entraron en la convocatoria por lesión, como el albiazul Prieto, o los rojiblancos Ibai y Galarreta, que ayer fueron convocados con el primer equipo. "Para ellos eran dos bajas muy importantes y estábamos en una situación propicia para ganar, pero contra la climatología no se puede jugar. De todas formas, la sensación que teníamos todos es que a lo mejor no se tenía que haber empezado a jugar", apuntó Dani Barroso, director deportivo de la entidad vitoriana. Por su parte, Geni y Asier Salcedo también respaldaron la decisión del colegiado de suspender el partido. "Al principio el césped estaba aguantando, pero cuando ha empezado a llover más se ha puesto impracticable", incidió el centrocampista.