24 puntos conquistados de los últimos 30 que se han puesto en juego. Casi dos meses y medio sin conocer la derrota. Cinco victorias consecutivas. Sin duda números todos ellos impresionantes que tienen como denominador común el hecho de que es el Deportivo Alavés quien los protagoniza. Y que alcanzan una dimensión aún mayor si se tiene en cuenta que se producen cuando únicamente restan cinco jornadas para la conclusión de la temporada regular. En el momento en el que de verdad se reparten los premios y los castigos que valoran el trabajo realizado. Sin embargo, al conjunto albiazul todavía le resta por pasar una exigente reválida con la que se dará de bruces a lo largo de los próximos días.
Y es que en esta semana debe hacer frente a dos importantes compromisos contra dos de sus adversarios directos por hacerse con los puestos de privilegio dentro del Grupo I de la Segunda División B. Es precisamente la entidad de estos gallitos la que reportará un plus de mérito a los resultados conseguidos si el equipo de Iñaki Ocenda es capaz de mantener su excelente línea o, por el contrario, podría sembrar alguna duda sobre su futuro.
Porque aunque ha pasado complicados exámenes como por ejemplo la visita a Ipurua -de la que salió victorioso-, lo cierto es que los duelos ante el Palencia en casa y la Ponferradina como visitante supondrán una verdadera prueba del algodón para el Alavés.
Será un buen momento para comenzar a comprobar si el cuadro vitoriano está suficientemente preparado para lo que debe ser ya el siguiente y fundamental objetivo de la temporada. Con la clasificación para las eliminatorias por el título prácticamente sellada, firmar un papel brillante en esos siempre inciertos play off que permita recuperar un puesto en el segundo escalón del fútbol español tiene que ser la meta a perseguir hasta la extenuación. La exigencia en esos compromisos será máxima en todos los sentidos y las inminentes jornadas de Liga pueden convertirse en una perfecta aclimatación.
Además, si continúa sumando resultados positivos a su brillantísima racha actual, el Deportivo Alavés apurará también sus opciones de acabar la fase regular lo más arriba posible -todo apunta a que en el mejor de los casos podrá ser segundo porque la Ponferradina se antoja ya inalcanzable- y disfrutar en consecuencia de las ventajas que proporciona esa clasificación a la hora de afrontar las eliminatorias.
Si, por el contrario, ve interrumpida su buena marcha, deberá hacer todo lo posible para enmendar los errores que pudieran surgir pero, sobre todo, impedir que un tropiezo puntual eche por tierra el rearme moral y futbolístico llevado a cabo durante las últimas semanas.