Vitoria. Poco a poco y aunque sea con mucho esfuerzo y un poco justificado retraso, el proceso judicial que rodea al Deportivo Alavés comienza a dar pasos hacia su todavía lejana resolución definitiva. El último, ha sido la apertura de la fase de calificación del concurso que tendrá lugar, salvo imprevisto inesperado de última hora, en la jornada de hoy. Esta circunstancia debía haberse producido ya meses atrás pero la inoperancia de los responsables del club a la hora de cumplir con los trámites pertinentes ha motivado que haya habido que esperar hasta este momento.

Y es que la anterior fase del proceso se dio por concluida el ya lejano 19 de noviembre con la publicación por parte de la juez encargada del caso de la sentencia que recogía la aprobación del convenio de acreedores que había sido pactado semanas antes. A partir de entonces, correspondía al Deportivo Alavés encargarse de la inscripción en el registro oficial y la publicación en el Boletín Oficial del Estado de estos documentos para que, automáticamente, se pudiera avanzar a la siguiente fase del proceso, la de calificación del concurso.

Pues bien, este trámite aparentemente sencillo se ha demorado sobremanera entorpeciendo el desarrollo normal de los acontecimientos e impidiendo a muchos de los afectados ejercer su derecho a intervenir. La única explicación que durante todo este tiempo ha salido desde las oficinas del Paseo de Cervantes es que la falta de liquidez en sus arcas impedía abonar el pertinente salario al procurador para que realizase la gestión. Unos argumentos no demasiado convincentes teniendo en cuenta que el importe de la operación es más bien modesto.

En cualquier caso, la llegada al Glorioso de los nuevos gestores tras la compra por parte del Grupo Bidasoa de la mitad de las acciones de Fernando Ortiz de Zárate parece haber acelerado el proceso hasta encontrar una solución. De esta manera, en los últimos días se han realizado los trámites pertinentes para que ya hoy jueves apareza publicada en el BOE la sentencia con el convenio de acreedores.

Una vez suceda esto, se abrirá un plazo de diez días hábiles para que todos aquellos afectados -principalmente acreedores- que quieran personarse como parte en la fase de calificación del concurso lo soliciten y la juez decida si están en condiciones de hacerlo o no. Igualmente, los administradores concursales tendrán que entregar un nuevo informe en el que mostrarán su opinión sobre el concurso -en el que pedirán que sea declarado culpable- y, finalmente, el juzgado de lo Social emitirá el veredicto definitivo.

Diputación Uno de los acreedores que apostará por esta vía será la Diputación Foral de Álava que, como ya adelantó este periódico el pasado mes de enero, adoptó esta decisión en uno de los consejos de gobierno de diciembre y estaba a la espera de que el Alavés cumpliera con su obligación para poder personarse. Una vez que la entidad albiazul ha abierto la puerta al inicio de la fase de calificación, el Ejecutivo foral -como principal perjudicado por la nefasta gestión de Piterman al ser el máximo acreedor- acudirá al juzgado para solicitar, cargado de argumentos, que el concurso sea declarado culpable.