La madrugada del lunes será recordada en Álava por el terremoto de magnitud 4 con epicentro en la localidad de Iruña Oka que sacudió la provincia a las 00:10 horas.
Si bien las autoridades han confirmado que el seísmo, el más fuerte registrado en Euskadi en la historia reciente, no ha causado daños personales ni materiales, el gran susto ha dejado una estela de testimonios marcados por la confusión y la inquietud entre los vecinos de Vitoria-Gasteiz, muchos de los cuales llegaron a pensar que se trataba de una "bomba" o la "explosión de un coche" antes que de un temblor de tierra.
El temblor, producido de forma muy superficial (a cero kilómetros de profundidad según el IGN), se sintió con gran intensidad. La percepción inmediata de los vecinos fue de un golpe seco o una "onda expansiva", lo que generó un aluvión de llamadas a los servicios de emergencia.
SOS Deiak, el Centro de Coordinación de Emergencias del Gobierno Vasco, registró un total de 143 llamadas relacionadas con el incidente. Por su parte, la centralita del Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz recibió al menos 174 llamadas en las dos horas posteriores al seísmo.
La confusión también se reflejó en los sistemas de aviso. Si bien la alerta no se envió a través del sistema oficial ES-Alert, algunos teléfonos Android sí mostraron notificaciones automáticas.
A pie de calle, los ciudadanos debatían la efectividad de los avisos: "Me decían 'en los Android ha llegado'. No, mira, yo tengo Android y no llegó", explicó uno de los afectados.
Sorpresa sin alarmismo
Los relatos recogidos a pie de calle demuestran la gran disparidad en la percepción del evento. El alcalde de Iruña Oka, municipio del epicentro, describió la sensación local como "dos golpes muy fuertes, como dos explosiones", una descripción que coincide con la experiencia de los vitorianos.
Un ciclista entrevistado narró su experiencia: "Estaba en el sofá con la tablet... y de repente, ¡bum!, cimbreó ahí la casa como si fuera una onda expansiva de una bomba, pero sin ruido".
Otro vitoriano que fue despertado por el seísmo aseguró que "noté una onda expansiva, no noté movimiento", un detalle clave que explica por qué muchos descartaron inmediatamente la hipótesis del terremoto, llegando incluso a pensar: "Pensé en una bomba, fíjate".
Solo una vecina con experiencia previa en su país de origen pudo identificar la naturaleza del evento: "Pues lo asocié al terremoto. Pues ya en Colombia solemos pasar mucho por esto y pues sí, automáticamente dije 'está temblando'"
Desde el Gobierno Vasco, el mensaje fue de calma. SOS Deiak confirmó que, tras el seísmo principal de magnitud 4, no se esperan réplicas, y si las hubiera, serían de menor magnitud e imperceptibles. Pese a la noche de sobresalto, el día comienza en Vitoria-Gasteiz con la tranquilidad de que no hay que lamentar consecuencias graves más allá del miedo generado por el inusual suceso.