El Consorcio de Aguas de Álava (Urbide) licitó el pasado viernes un contrato de obras para digitalizar las instalaciones del Plan de Saneamiento del Alto Nervión (PSAN) en los sistemas alaveses de Basaurbe y Markijana. La inversión asciende a 603.891,61 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución será de ocho meses. El proyecto se enmarca en la estrategia para modernizar el ciclo urbano del agua en localidades de menos de 20.000 habitantes.

Según detalla Urbide en la memoria justificativa, la iniciativa se integra en el plan de digitalización del ciclo integral del agua y forma parte del proyecto Urbira, orientado a la modernización de las infraestructuras hidráulicas y la mejora del estado de las masas de agua.

El objetivo es planificar y gestionar el sistema de saneamiento del Alto Nervión para “mejorar el control y la calidad de los vertidos y alivios, y facilitar la comunicación de información relevante a las autoridades competentes y a la ciudadanía interesada”.

Actuaciones de transición digital

En el marco de Urbira se desarrollarán actuaciones de transición digital basadas en la innovación tecnológica. Entre ellas, la creación de un SCADA Central para el sistema de saneamiento del Alto Nervión y la sensorización de sus elementos. Este centro de control recibirá y digitalizará las señales generadas por los dispositivos instalados en diferentes puntos de la red y en las principales depuradoras. Permitirá su almacenamiento, monitorización y análisis, además de su remisión a la Administración Hidráulica.

Urbide subraya que la implantación de sistemas de gestión inteligente permitirá monitorizar en tiempo real el abastecimiento, garantizar el suministro, optimizar el consumo, detectar fugas y pérdidas, y asegurar un funcionamiento eficiente de la potabilización del agua. Además, el contrato establece que los trabajos deberán finalizar antes del 30 de junio de 2026. La fecha límite de presentación de ofertas se ha fijado para el próximo 8 de septiembre.

El proyecto fija como objetivos específicos garantizar la adecuada prestación de los servicios del ciclo urbano del agua conforme a la normativa vigente, con suficiencia técnica, organizativa y financiera; así como reforzar el control de la calidad de los vertidos depurados.

Asimismo, busca mejorar el estado de las infraestructuras para reducir las pérdidas de agua y las afecciones al dominio público hidráulico, además de preservar las masas de agua frente a presiones de origen humano.