UAGA presenta alegaciones a otros tres proyectos fotovoltaicos y denuncia la "indefensión" a la que se somete al sector primario
Con estas nuevas plantas solares fotovoltaicas ascenderían a 130 las hectáreas de terreno agrícola ocupadas en los municipios de Barrundia y Agurain/Salvatierra
El sindicado agroganadero UAGA ha presentado esta semana alegaciones a tres proyectos de plantas solares fotovoltaicas: Vitoria Solar, Vitoria y Ubalza II. La tramitación de tres proyectos de forma simultánea es un fiel indicador del despropósito en que se ha convertido la implementación de las energías renovables en Araba.
Todos los proyectos afectan a suelos clasificados como de Alto Valor Estratégico y Paisaje Rural de Transición, siendo incompatibles tanto con la Ley de Política Agraria y Alimentaria, como con el Plan Territorial Sectorial Agroforestal, que los dota de protección especial y la consideración de bienes de interés social.
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Hemos denunciado que estos proyectos se están tramitando al margen del Plan Territorial Sectorial de Energías Renovables, que cuenta con Aprobación Provisional desde el 20 de diciembre de 2024 y que vulneran aspectos sustanciales del mismo. De atenerse a su normativa serían inviables por tener la consideración de instalaciones de Gran Escala, ya que superan las 10 hectáreas de superficie de ocupación y se ubican sobre suelos categorizados como de Uso Prohibido.
La ocupación de terreno agrícola en los municipios de Barrundia y Agurain/Salvatierra ascendería a 130 hectáreas: Vitoria Solar, 14 ha; Vitoria, 8’66 ha; Ubalza, 47 ha y Ubalza II, 60 ha. A todo ello habría que añadir la ocupación por las líneas de evacuación en Arratzua- Ubarrundia, Elburgo, Vitoria-Gasteiz e Iruraiz-Gauna.
Hay que tener en cuenta que en un radio de 15 kilómetros, hay 10 plantas fotovoltaicas en funcionamiento o en tramitación. Esto, además de los efectos sinérgicos y sus impactos asociados para el medio ambiente, el paisaje o la población, dibuja un escenario insostenible. Las implicaciones para el modelo territorial de la CAPV son de tal magnitud que, en nombre del desarrollo de las energías renovables, las prescripciones del plan destinado a regularlas nacerían muertas.
Desde UAGA seguimos denunciando la indefensión a la que se somete al sector primario, con las presiones especulativas para el cambio de usos de los terrenos dedicados a la producción alimentaria, derivadas de la provisionalidad e inseguridad del actual marco normativo. La avalancha de proyectos fotovoltaicos es incompatible con la protección de la actividad agraria, por lo que vamos a seguir utilizando todos los medios a nuestro alcance, para hacer frente a un modelo de desarrollo territorial inviable.