Un año más, y ya van 14, la asociación de mujeres Argia ha organizado en Elburgo (Álava) una nueva edición del Festival de Juegos Coeducativos durante todo el fin de semana donde han tomado parte cerca de 300 personas.
Desde el sábado al mediodía y hasta última hora del domingo, Landederra se convirtió en un gran tablero de juego donde grandes y pequeños apostaron por ser un espacio no sexista dedicado a los juegos de mesa modernos.
Pequeños y mayores han tenido la oportunidad de conocer y participar en todo tipo de juegos como aquellos que desarrollan habilidades sociales, el cálculo matemático, los que potencian la habilidad manual o los que se juegan en grupo, entre otros.
Patricia y Janire no dudaron en acercarse a Elburgo en busca de diversión.
Repetidores
“Ya estuvimos el año pasado y nos gustó mucho, así que hemos repetido”, comentaban en medio de una partida en la que debía colocar diferentes figuras de madera con forma de animales una encima de otra intentando que no cayeran al suelo.
A escasos metros, una pareja de abuelos trataba de entretener a sus nietos realizando una construcción de cartas en equilibrio. “Ten cuidado que lo van a tirar todo”, comentaba el niño en el momento en el que la pequeña Izaro trataba de colocar con sus pequeñas manos el naipe en la hilera colocada con minuciosidad desde el inicio de la partida.
A escasos metros, Marta y Nahia trataban de hacer parejas y tríos levantando las cartas de los montones. “Es muy divertido”, señalaban las pequeñas.
En una mesa, Guillermo y Nico se lo pasaban en grande con los dados y las cartas elegidos en ese momento para el juego.
Escuela de pingüinos
Unas mesas más allí, la escuela de pingüinos atrajo la atención de otro grupo de txikis. Mikel, Josu, Ekain e Irati, de edades comprendidas entre los 7 y 12 años, atendían las explicaciones de la monitora encargada de llevarles y recogerles los juegos y darles a conocer su dinámica. Mientras, Maitane y sus padres trataban de recolectar néctar para su colmena en Bezz.
“Son juegos de estrategia y habilidad, sin discriminaciones de género. Algunos son de equipo y colaboración y otros para desarrollar la imaginación"
“Son juegos de estrategia y habilidad, sin discriminaciones de género. Algunos son de equipo y colaboración y otros para desarrollar la imaginación. En todos ellos pueden jugar los niños y niñas con sus padres y abuelos y también jugar con gente que no conocen, pasándolo de maravilla a la vez que aprenden a relacionarse”, explicaron desde la organización que mostró su satisfacción por la buena acogida de los participantes un año más
Completos el sábado
“El sábado por la tarde tuvimos completo”, comentaban. En total, 26 mesas dispuestas en la pista del multiuosos Landederra que acogieron a los aficionados del juego de mesa como una pareja llegada desde una localidad de Burgos. “Vimos que había este encuentro y nos hemos animado. Es la primera vez que venimos pero nos lo estamos pasando tan bien que seguro que volvemos”.
7 Wonders: Architects, Alhambra, Aventureros al tren, Azul, Bang, Beez, Canvas, Colt super express, Cubirds, Dixit, El jardín de Alicia, Exploding kittens, Glow, Imagine, King of Tokio, Love letter, Mariposas, Marvel Unites, Meeple Land, Nile Deluxor, Nuevos mundos, Plenus, Potion explotion, Sagrada, Stella, Takenoko, Ten, The Island, Toma 6 o Ubongo son algunos de los juegos con los que se divirtieron en Elburgo.
"Muy buena respuesta"
La empresa Hal es la encargada de acercar los juegos al recinto deportivo, explicar la dinámica y dirigir las partidas. “Este año nuevamente hemos tenido una muy buena respuesta”, explicaba el representante de Hal.
En total, un centenar de juegos con los que pasar rato en cuadrilla, en pareja o en familia. “El 10% de los juegos que traemos cada año es novedad”, resaltaba al tiempo que reconocía que “tratamos de los juegos puedan adquirirse en comercios locales y de proximidad, no en grandes plataformas con el objetivo de fomentar el comercio también”.
Sobre menstruación y patriarcado
Además de los propios juegos de mesa los que acudieron a Elburgo tuvieron la oportunidad de participar en juegos de escape. “Tuvimos uno sobre la menstruación y otro sobre el patriarcado que gustaron mucho”, explicaron ayer desde Hal frente a las cajas trataban de abrir los participantes en la jornada dominical.
A lo largo de su historia más de 6.000 personas se han acercado hasta esta pequeña localidad de Lautada a disfrutar del juego potenciando una sociedad igualitaria y con intercambio intergeneracional. Un amplio abanico de posibilidad en dos días en los que Elburgo ha vuelto a apostar en su décimo cuarto aniversario por seguir jugando en familia y ya piensan en que la localidad sea el próximo año, de nuevo, un gran espacio no sexista dedicado a los juegos de mesa modernos.