El sector baserritarra, principalmente ganadero, de Laudio y su entorno, va a tener a las 18.00 horas de este lunes (15 de abril), en el Casino del Parque Lamuza, una más que interesante cita para las pequeñas explotaciones de ganadería extensiva.

Y es que se trata de una charla informativa en torno al sistema de funcionamiento que va a tener el nuevo centro de transformación cárnica colectivo “Belardi” que, tras diez años de darle muchas vueltas, se ha lanzado a crear la asociación de ganaderos Bedarbide de Orduña, en una decidida apuesta por la carne producida en la comarca de Aiaraldea y el Alto Nervión, dada la mala situación que atraviesa el sector.

Y es que la falta de rentabilidad económica de las pequeñas explotaciones agrícolas y ganaderas de base agroecológica complica la sostenibilidad futura de este tipo de sector productivo, estrechamente ligado al territorio y con gran capacidad para generar empleo y dinamizar las zonas rurales.

Entre los factores que dificultan la valorización de estas producciones están la inversión económica necesaria para poner en marcha instalaciones de transformación alimentaria y los requisitos legales para la obtención del registro sanitario.

En este sentido, “el desarrollo de iniciativas colectivas que permitan poner en valor este tipo de producciones es necesario para asegurar la continuidad y favorecer el salto de escala de estas explotaciones”, han explicado desde Belardi, que ha llegado con la intención de paliar este problema, más acuciante si cabe, desde que en julio de 2021 dejó de prestar servicio el matadero municipal de Laudio, el último que quedaba tanto en Álava como en Bizkaia, obligando con ello a los productores a desplazarse muchos kilómetros para sacrificar sus animales, con el gasto extra de transporte que acarrea.

500 metros cuadrados

No en vano, el centro de transformación cárnica Belardi –situado en un terreno del polígono industrial de La Rondina de Orduña, cedido por el Ayuntamiento– abarca 500 metros cuadrados de superficie, en el que no solo se ha acondicionado un matadero multiespecie, sino también una sala de despiece, un obrador de elaborados cárnicos, una cocina para productos de quinta gama y hasta sala de formación y punto de venta.

Es decir, unas completas instalaciones que tienen previsto entrar en marcha a fines de este mes y que permitirán eliminar a todos los intermediarios en la cadena productor-consumidor, con todas las garantías sanitarias para estos últimos y, a su vez, aumentando el margen de ganancia y la rentabilidad del trabajo de los primeros.

De hecho, los obradores compartidos fortalecen el sector productivo a través de espacios colectivos donde varios pequeños productores pueden elaborar sus productos. Además de favorecer la diversidad de transformaciones, facilitan la comercialización de los productos elaborados con todos los requisitos legales, permitiendo una mayor eficiencia económica y ambiental que redunda en la sostenibilidad de las explotaciones. Al mismo tiempo, también contribuyen a impulsar la demanda ciudadana de productos alimentarios sostenibles, visibilizando la oferta y permitiendo su acceso logístico y económico.

De aquí que las 42 familias que integran la asociación ganadera Bedarbide, y que son las que han hecho frente a la inversión necesaria para poner en marcha esta instalación (1,5 millones de euros), hayan abierto el uso de la misma a cualquier baserritarra que tenga cabaña ganadera y no pueda o no quiera desplazarse a otros lugares más lejanos, dando preferencia a los productores de la zona, que podrán recibir más información al respecto acudiendo a la charla que albergará a las 18.00 horas de este lunes, el Casino del Parque Lamuza de Laudio.

Premiado por Hazi

El proyecto Belardi, asimismo, ha sido uno de los proyectos premiados por la Fundación Hazi, dentro del concurso de proyectos innovadores dirigidos al sector primario y a la pequeña industria agroalimentaria de Aiaraldea, que se resolvió a finales del pasado febrero. En concreto, obtuvo 100.000 euros para fortalecer el proyecto y consolidar procesos de comercialización y formación.

La convocatoria, que repartió 1.060.000 euros en tres apartados, recibió 44 proyectos de los que 18 no obtuvieron subvención, por falta de presupuesto o no tener encaje. Entre los aceptados, además del de Belardi, había desde agroturismos, centros de descanso y recuperación de caballos o de educación canina, así como de interpretación de la horticultura o de estudios, formación, e innovación en procesos de fermentación, destilación y maduración de bebidas alcohólicas, hasta programas de dinamización de mercados baserritarras y de revalorización de excedentes agroalimentarios.

También han sido objeto de ayuda proyectos para elaborar pastas y cuajadas de oveja o producir setas, pasando por cultivos hidropónicos de piparras, comercialización de miel en bidón, o de innovación en transformación de vegetales y de nuevas líneas de productos en queserías, hasta ideas para plantas generadoras de abonos orgánicos derivados del purín de vaca y para dotar a txakolinerías de encapsuladora que les permita un taponado más eficiente y sostenible. El certamen fue financiado por el Gobierno Vasco, en el marco del programa Berpiztu para la reactivación económica y el empleo en Euskadi.