La población de Amurrio va a recuperar algo de tranquilidad en los próximos días, sobre todo, cuando se dirija a su estación de tren. Este recinto está ubicado junto a la calle Dionisio Aldama e incluido en la red de cercanías C-3 que comunica todo el Alto Nervión y localidades alavesas como Llodio y Luiaondo en Ayala, y con Bilbao. De hecho, la empresa adjudicataria de la obra de mejora de sus accesos ha informado al Ayuntamiento de su intención de terminar la intervención de forma inminente.
Al menos así se lo ha hecho saber a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA el alcalde, Txerra Molinuevo que, tras consultarlo con el arquitecto municipal, ha explicado que “justo este viernes van a abordar todo lo concerniente al asfaltado de la urbanización y que la obra estará terminada la semana que viene”.
Respiro para los vecinos
Algo que supondrá también un respiro para conductores y peatones, pues será también el fin de los 15 largos meses que han tenido que padecer el estrechamiento temporal de la calle Dionisio Aldama, en las inmediaciones de la estación, ya que es allí donde ha estado concentrada la maquinaria.
“justo este viernes van a abordar todo lo concerniente al asfaltado de la urbanización y que la obra estará terminada la semana que viene”
Adjudicada en 2022
No en vano, la actuación fue adjudicada en abril de 2022, y ya con un retraso acumulado de varios años, por el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) a la empresa Comsa, por 2.249.161,61 euros (IVA incluido) y un plazo de ejecución de 12 meses, que también se ha visto dilatado en tres meses, pues la obra dio comienzo en agosto de aquel año, y que ha supuesto no solo el citado trastorno circulatorio, en las inmediaciones del colegio Amaurre, sino también la reordenación de andenes.
Cortado
Y es que, para que la obra no afectase al servicio, el andén en dirección a Llodio ha estado cortado en su práctica totalidad, utilizándose la zona delantera a los baños como punto de subida y bajada a los trenes; y, en sentido Orduña, ha ocurrido algo similar, ya que los trenes han estado parando una vez pasada la marquesina, en lugar de antes de llegar a esta y el paso a nivel a eliminar; aunque ésta situación ya ha vuelto a la normalidad hace unas semanas.
Adiós al paso a nivel
Una vez culmine la actuación –que según indicó Adif, “va a ser financiado por los fondos Next Generation de la Unión Europea”– el tránsito de los usuarios por la instalación ferroviaria, incluidas las personas con movilidad reducida, se verá favorecida en grado sumo. Para ello, se ha construido un paso inferior, que conecta el andén de la vía 1 con el de las vías 2 y 4, y que dispone de ascensor y escaleras fijas en cada uno de los andenes. Sobre el ascensor y la escalera fija, asimismo, se ha montado una marquesina, creando una zona de espera, y también se han prolongado los andenes y elevado su altura para facilitar el acceso a los trenes, renovado el pavimento y repuesto el borde que, además, esta dotado de elementos podotáctiles y bandas de aproximación. El proyecto también engloba la instalación de nueva iluminación, la eliminación de los escalones de acceso en la estación, mediante rampas, y la adecuación de los accesos y cerramientos de la instalación ferroviaria.
Proyecto trascendental
Con todo, si por algo esta intervención es uno de los proyectos más importantes para este municipio, es porque su estación central es de las pocas de su línea que aún mantiene pasos a nivel para el cruce de andenes. Una situación que estaba previsto solventarse hace ya cinco años, pero que se vio paralizada por discrepancias insalvables surgidas entre la anterior empresa adjudicataria y ADIF, en materia de detalles de obra que provocarían un aumento de su coste económico.
Empezar de cero
Así las cosas, el proceso tuvo que empezar de cero, abriendo un nuevo concurso público para la adjudicación de un proyecto que, de no ser por este contratiempo, debería estar ya realizado. No en vano, se adjudicó en octubre de 2017 con inicio previsto en enero de 2018, a la empresa gallega Extraco Construccions e Proxectos, que no solo limitó la intervención de doce a once meses sino que también tiró el precio, pues la cifró en 1.070.723 euros, cuando la partida reservada por ADIF para esta obra inicialmente ascendía a 1,7 millones. 150 años La línea de cercanías en la que se engloba la estación de Amurrio supera los 150 años y algunas de sus paradas son de los años 30, por lo que las instalaciones en general se han ido degradando con el paso de los años y cumplen poco o más bien nada con las modernas normativas de accesibilidad. En este sentido, Adif está abordando poco a poco las mejoras de modernización y accesibilidad en todas y cada una de las estaciones, como la del vecino Laudio (central y Areta), que los viajeros llevan reclamando hace tiempo.