Tras las críticas del grupo juntero de EH Bildu de este viernes en la Comisión de Movilidad de las Juntas Generales de Álava porque el precio del billete de la línea de La Unión de Vitoria a Bilbao haya subido 55 céntimos, al pasar de los 6,90 a los 7,45 euros del billete ordinario, el diputado de Infraestructuras Viarias, el socialista Jon Nogales, ha destacado “el salto cualitativo” en la calidad del servicio que traerá la fórmula de la gestión cooperativa entre las diputaciones de Bizkaia y Álava y que, previsiblemente, empezará a funcionar en otoño de 2024.

Así, una de las grandes novedades que traerá el convenio firmado en marzo de 2021 entre Álava y Bizkaia para la gestión cooperativa del servicio unificado de transporte público regular de personas viajeras por carretera A-3700 (Bilbao/Vitoria-Gasteiz) mediante concesión, serán los descuentos.

“Habrá una bonificación del billete del 20% si se paga con las tarjetas BAT, Mugi y Barik y habrá bonos mensuales, trimestrales y anuales para usuarios frecuentes, que no dependerán como hasta ahora de la política comercial de la empresa, y tendrán un 25% como descuento mínimo para el público en general, y de un 30% para los viajeros menores de 26 años”.

Más cómodos

Además, los vehículos serán “más cómodos, seguros, modernos y eficientes”, ya que, además de wi-fi, cargadores USB y anclajes, también se ganará en accesibilidad para personas con movilidad reducida, con plataformas homologadas y dos plazas reservadas, o la ampliación de servicios de última hora del día y gratuidad para menores 6 años y personas acompañantes de personas invidentes o movilidad reducida.

No en vano, el objetivo de ese nuevo convenio suscrito es que redunde en el máximo de eficacia y el mínimo coste social para la movilidad de las personas usuarias de las líneas por medio de una concesión única que comprenda las líneas incluidas en la concesión A-3700, así como iniciar los trabajos reglamentarios para la creación de una nueva línea (servicio) Vitoria-Gasteiz/Aeropuerto de Foronda/Aeropuerto de Loiu (A-3720).

Nogales también subrayó que “los responsables políticos no estamos para indignarnos, sino para buscar soluciones y aquí se están planteando unas premisas falsas”.

El diputado de Infraestructuras Viarias de la Diputación alavesa negaba así las acusaciones de “abusos” o “pasividad” que el juntero de EH Bildu Iñaki Ullibarri lanzaba a la institución foral, tras esta última subida en el billete ordinario, que empezó a ejecutarse el pasado mes de julio.

“Nos puede gustar más o menos esta subida, pero se hace en base a una ley que regula la revisión de tarifas que se hace con periodicidad anual. La subida se ajusta a normativa”, reiteró Nogales.

Una visión que comparten los jeltzales, su socio en el Gobierno foral alavés. “Tenemos que atenernos a unas leyes y reglamentos, que a veces parece que interesa a unos grupos y otras no”, señaló el procurador nacionalista Rubén Torremocha.

Oposición

El popular Borja Monje echó en cara las consecuencias de este “mal acuerdo” que firmó la Diputación de Álava hace tres años, por lo que demandado “que en lo poco en lo que puede intervenir, ejerza su función y defienda los intereses de los alaveses”.   

Ullibarri, por su parte, puso el ejemplo actual del bus de la línea Gasteiz-Donostia por autopista, que cuesta 3,35 euros, frente a los 7,45 euros que paga un gasteiztarra por ir hasta la capital vizcaína.

“La compañía ha decidido ampliar los precios en estos tiempos sin realizar descuentos. Estas actitudes son totalmente inaceptables. Ya sé que lo que está pasando es totalmente legal y que no pintamos nada en esta línea ya que actualmente la gestiona la Diputación de Bizkaia y la explota La Unión, pero sube los precios siempre, pase lo que pase. No sé por qué molestan mis críticas a una empresa privada”, reprochó el soberanista.

En cuanto a Elkarrekin, su portavoz, David Rodríguez, destacó que entienden la iniciativa de EH Bildu, entre otras cosas, porque a él mismo le costó “un dineral” el billete cuando fue hace poco a Bilbao, sin que le pudieran hacer el descuento con la BAT, lo que provoca “una discriminación negativa”.