El proyecto de presupuestos de la Diputación Foral de Álava para 2024 se caracterizará por la introducción del Impuesto Temporal de Solidaridad de las Grandes Fortunas, cuyo proyecto de norma foral se presentó la semana pasada, como gravamen de aplicación sobre el patrimonio neto de las personas físicas de una cuantía superior a los 3.200.000 euros.
No obstante, como resaltó ayer el diputado general, Ramiro González, este nuevo tributo será “complementario” al de Patrimonio al objeto de evitar una doble imposición sobre los mismos bienes. Además, aseguró que si en Euskadi se aplicase el impuesto de grandes fortunas en vez del actual de Patrimonio, se recaudaría “menos de la mitad” de lo que se logra con éste.
“Durante el año 2022 se han recaudado en Álava 21.832.093 euros por el impuesto de Patrimonio y se han presentado 1.656 declaraciones. Si en lugar del impuesto de Patrimonio, aplicáramos el temporal de Grandes Fortunas, la recaudación sería menos de la mitad de esos 21,8 millones de euros. La aplicación directa de Grandes Fortunas solo serviría para recaudar menos, por eso se plantea como complementario”, subrayó.
En Madrid
Y es que, como señaló, el 90% de la recaudación de Grandes Fortunas en el Estado ha tenido lugar en Madrid, “que es donde no había el de Patrimonio”.
Y los cálculos de aplicar el impuesto complementario de Grandes Fortunas en Bizkaia serían de unos 2 millones, pero en Álava de unos 200.000 euros “porque no tenemos ni el mismo tejido ni número de contribuyentes, pero tenemos uno de Patrimonio que llega más allá del impuesto de Patrimonio estatal”.
Las nuevas Cuentas también incluirán la deflactación del IRPF para mitigar los efectos de la inflación en los contribuyentes. – A.S.