El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente y el de mayor mortalidad entre las mujeres vascas, según advierte Osakidetza. Por eso, su detección temprana es un factor de gran importancia, que permite llevar a cabo tratamientos más eficaces y menos agresivos, consiguiendo de esta manera, mayor calidad de vida y mayores tasas de supervivencia. La Comunidad Autónoma del País Vasco cuenta desde 1995 con un Programa de Detección Precoz del Cáncer de Mama (PDPCM), ofertado por Osakidetza, mediante la realización de mamografías bilaterales en doble proyección, dirigido a mujeres de 50 a 69 años, siendo el objetivo del mismo “detectar los cánceres de mama en el estadio más precoz posible, con el fin de disminuir la mortalidad por dicha causa y aumentar la calidad de vida de las afectadas, realizando un mayor número de tratamientos quirúrgicos conservadores no mutilantes”.
“Conseguir una alta participación en el Programa de Detección Precoz de Cáncer de Mama, así como alcanzar altas tasas de detección de cánceres de mama y de tumores en estadios precoces, son necesarios para lograr el objetivo del programa de reducir la mortalidad por esa causa”, explican desde Osakidetza. Pero, ¿qué es el cáncer de mama y cuáles son sus síntomas? El cáncer de mama es una enfermedad que afecta casi exclusivamente a las mujeres, y es el tumor maligno más frecuente y la primera causa de muerte por cáncer entre ellas, según advierte el Departamento de Salud del Gobierno Vasco. Comienza cuando las células en la mama empiezan a crecer de una forma anómala no controlada y se acumulan para formar un bulto (también conocido como un tumor). Dependiendo de las características de dichas células se distinguen diferentes tipos de tumores. A medida que el cáncer crece, las células pueden diseminarse a otras partes del cuerpo y esto puede ser potencialmente mortal.
Cabe destacar que el cáncer de mama presenta en muchos de los casos, pocos síntomas. “La manifestación más frecuente es la palpación de un bulto o engrosamiento en la mama, irregular y de consistencia dura, que normalmente no produce dolor. También puede aparecer como un cambio en el aspecto del pezón o por secreción de sangre u otro fluido a través del mismo. Otros síntomas pueden ser cambios en la coloración o aspecto de la piel de la mama, cambios en el tamaño o forma, dolor o malestar en mama o axila o bulto en axila”, explican al detalle desde Osakidetza en su página web.
En la actualidad, no se conoce la causa del cáncer de mama, pero se han identificado algunos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecerlo. Entre los No Modificables los mejor conocidos son ser mujer, la edad (a mayor edad, más riesgo), algunas lesiones de mama previas, como hiperplasia ductal atípica o carcinoma lobulillar in situ, y los antecedentes familiares de cáncer de mama y ovario. “En menor medida, el no haber tenido hijos o tener el primero después de los 30 años, la menarquia precoz ,la menopausia tardía, la terapia hormonal sustitutiva y las mamas muy densas”, destacan. No obstante, también existen otros factores de riesgo que tienen que ver con el estilo de vida se denominan modificables. La prevención primaria consiste en evitar los factores de riesgo de la enfermedad y prevenir que esta aparezca. El consumo de alcohol y la obesidad como factores de riesgo y el ejercicio físico como factor preventivo son los de mayor nivel de evidencia. La prevención secundaria consiste en la detección precoz de la enfermedad lo que aumenta las probabilidades de curación. El cribado es el método más habitual de prevención secundaria.